28/09/09

Eran otros tiempos...



Ok, entonces yo tenía 14 años cuando se grabó esto y andaba vestido así también (el grunge era bueno, lo conmemoro todavía usando playeras de manga larga debajo de las de manga larga). Y ahora hay un chavo de 14 años que nació en 1995(!) y que está escuchando a un grupo que le gusta tocar. Y este muchacho va a recordar eso tal como yo lo hago ahora, pero en el año 2026. Cuando yo tenga 48 años (si bien me va).

Odio a este muchacho y su maldita juventud.

Pero todavía estoy en onda con todo lo que escucha la chaviza, entonces por eso pondré esto:



Bueno, no creo que la chaviza ni los chavos en onda escuchen esto. Deberían de hacerlo.

23/09/09

Love in the middle of the afternoon...

Just me, the spike in my arm and my spoon...

Qué envidia.

19/09/09

Scared to death, no reason why...



Soy yo.

Ahora soy ingeniero en audio (se supone).

Hay un fenómeno de mucha controversia entre los audiófilos.

Es sobre la calidad del sonido. La fidelidad. La búsqueda eterna por la mejor fidelidad.

Verán, lo que escuchan ustedes a su alrededor es producto de la interpretación de su cerebro de los ruidos que escucha. El cerebro escoge lo más importante y hace que centre su atención en eso. Si están leyendo esto desde su habitación escuchando música, su cerebro hace que los ruidos de fondo se desvanezcan un poco. Por esta razón, si planto un micrófono junto a ustedes en este momento, lo que escucharán después será muy diferente, ya que el micrófono capta todas las frecuencias sin discriminación y, ya que no están en la misma situación que cuando se estaba grabando, el cerebro no puede recrear lo que escucharon en el momento. Se concentra en toda la grabación.

No le es muy importante ya, vamos, tiene mejores cosas qué hacer, como el estar pensando en por qué lo escuchas otra vez.

Seguro tienen amigos que sólo escuchan LP's, o sea vinil. Tal vez se burlen de ellos, por esto, ya que su biblioteca será muy limitada comparada a la suya (pirata) de MP3.

Si analizamos objetivamente, ustedes tienen razón. Un mp3 es pequeñísimo (tan pequeño como su computadora o ipod más pequeño, dividido entre la capacidad que tiene) y tiene mejor fidelidad que el vinil.

Sin embargo, el cerebro no permite un análisis objetivo. No para esto.

Para muchos de nosotros, el escuchar los tronidos de la aguja cuando toca el disco es una máquina de tiempo. El cerebro los reconoce y busca recuerdos y emociones que se liguen a esos sonidos. Nos trae recuerdos de nuestra niñez y juventud. Para muchos era una etapa más feliz, y por ende, nos hace felices, a diferentes niveles, claro.

El sonido no es tan "fiel" al original, pero trae una cascada de emociones consigo y, si son placenteros, harán que la experiencia de escuchar la música sea mejor.

Algo similar pasa con los rollos fotográficos. Si se encuentran un rollo de 1978 ahora y toman una foto, saldrá muy parecida a la de arriba. Y no me importa que le estén sacando fotos al dedo gordo de su pie, me hará sentir bien de alguna forma, porque mi cerebro la ligará con la foto de arriba y mandará una señal de placer y, sobre todo, de seguridad.



Les presento a mi padre. Hace ya casi 31 años.

Esa foto fue tomada en Los Àngeles, California. Yo nací en El Paso, Texas, pero después de nacido me llevaron para allá, pues ahí trabajaba él. Pasé casi un año ahí.

Mi padre, después de esta foto, trabajó un rato en L.A., después se mudó a la Ciudad de México. Trabajó para Mexicana de Aviación, y también para Domecq. Ventas, en ambos casos. Después fundó su compañía de representación comercial y fue un éxito, por fin. Creció a sus hijos y ahora está semi retirado en la Ciudad de México.

Para ustedes no significa mucho esta foto, sobre todo si son jóvenes, más bien se quejarán de la calidad. Sin embargo, para mí es una imagen, muy poderosa de protección.

Verán, ese hombre, que es veinte veces más grande que yo en la foto, en ese momento, tal vez sin saberlo, estaba haciendo un compromiso. Me tenía en sus brazos y estaba pensando en cómo algo tan pequeño puede existir. No tenía idea de que en 20 años esa cosa iba a ser más grande que él, pero lo que sí sabía es que lo tenía que cuidar, por alguna razon extraña. Y lo hizo, lo ha hecho por 30 años y aún pone cara de alegría cuando me ve.

Es increible.

Cuando el ve la foto, les podrá dar una mejor reseña de estos 30 años. Les contará de un niño que nunca hablaba. Les contará de un niño algo extraño, pero dulce, que relacionaba todo con otros objetos. Al que le gustaban mucho los chicles y que observaba todo a su alrededor.

Sin opinar. Tenía tantas vidas diferentes en su cabeza, que jamás sintió la necesidad de expresar nada en la vida real.

Les contará después que mientras estaba creciendo, ese niño de sonrisa tan fácil y tan cariñoso se empezó a enojar. Les dirá lo frustrante que era en su adolescencia y en parte de su adultez que no se dejaba tocar ya. Les contará esto con una mirada confusa, pues no sabe por qué se enojó tanto ese niño.

Les contará de todas las veces que los despertó el sonido de un teléfono en la madrugada, requiriendo su presencia en un hospital o en algún lado pues a su hijo le había pasado algo. Les dirá que ha visto a su hijo totalmente roto. Una masa amoratada llena de sangre.

Les dirá cómo observaba a su hijo tratar de lidiar con todo lo que estaba haciendo y lo que le estaba pasando y que Xavier no se ayudaba nada. No hablaba. ¿Ustedes saben por qué no hablaba?

Después hablará de como Xavier desapareció un rato a otra ciudad y que parecía mejorar poco a poco.

Se emocionará contándoles que encontró cosas nuevas que le gustaban hacer y las cosas que ya hacía les dió un giro para que le gustaran más.

Si están en confianza les contará que Xavier también se ha metido algunas drogas y lo han cambiado . No sabe si para bien o para mal.

Tal vez les dirá que es un buen hombre y que si están junto a él en alguna situación de estrés o peligro, que no se preocupen. El los cuidará. Ya no le tiene miedo a nada. Lo último lo dirá nerviosamente.

También les contará de los últimos viajes que han hecho juntos, sobre todo del viaje al Paricutín. A caballo por más de 6 horas. Está loco.

Les dirá que está en una pequeña crisis y que no sabe bien que pasa con su vida. Esto lo dirá con preocupación.

Sin embargo le gustará la charla.

Todo por una fotografía.

Él tenía 34 años cuando se tomó esa fotografía. Tengo 31.

Tal vez hasta pueda hacer una historia similar.

16/09/09

Polysics

No ando inspirado, entonces pongo videos que me ponen de buenas como éste:



"Tei Tei Tei"

12/09/09

NY es estar en el centro del mundo dominado por la porquería. Es recordar cuando era más joven y no había tienda Disney en Times Square, sino muchas tiendas con "peep shows" siendo publicitados en la calle. Eran los jóvenes negros con un portafolio que llegaban contigo y te ofrecían réplicas muy bien hechas de relojes y artículos viejos. Parte de recordar eso es que ni siquiera alcanzaba para las réplicas. Era pararse afuera de CBGB´s y ver salir al ingeniero de audio que llevaba 10 años ahí. Saber que sonorizó a The Ramones y también a Chrissy Hynde y a muchos otros. Era ir al Mars Bar a buscar problemas y después asustarse porque no hay cosa más extrema que un punk de verdad enojado. Era ir a los bares de los muelles en Hell`s Kitchen porque era más barato y no te pedían identificación. Era caminar por Battery Park y ver a todos los ferries y tugboats y no tenerle envidia a nadie en el mundo en ese momento. Era ir a Union Square de noche en verano, comprar una cerveza y esconderla en la mochila y tomarla a 5 pasos de los policías. Siempre listo para correr. Eso era lo mejor. Meterse ilegalmente al tren elevado y ver como era antes y que llegue un policía y te diga que ni corras, no tienes para dónde ir. Es que el policía te diga que te entiende, pero de todos modos te tienes que salir de ahí, con mejor acento y mucha más autoridad. Era llegar a visitar a un amigo a Alphabet City y recorrer edificios y pasillos con gente gritando en niuyorrican. Era empezar a tomar en la escalera de emergencia y reírse de todas esas discusiones y que alguien más se asome y te diga que te calles y que el olor de la mota que te estás fumando está entrando a su ventana. Es llegar a vivir a Brooklyn Heights y ver lo bonito que es, sólo para descubrir que vivirás en el peor edificio de la zona y que no hay forma de evitar los olores que surgirán de la gastada tubería por el caño en la regadera mientras te bañas. Es experimentar lo mismo en el Upper East Side. Es subir un poco más a Harlem y comprarle cocaína al ser más valemadrista que conocerás jamás. Es ver a los muchachos de Columbia también comprando y alegrarte de que paguen 3 veces más de lo que tu pagas. Es ir al Bronx a comprar marihuana y que te la avienten en la cara y que te digan que te largues. Después, hora de quejarse. De los pinches jamaiquinos. De los portorriqueños. De los Black Muslims que siempre te molestan cuando llegas tarde a tu casa. Es caminar por el Bronx con tu pequeño amigo judío y que tú seas su protección porque eres más grande y te ves "spanish". Es no saber qué quiere decir eso. Es vivir en Queens junto a una línea del metro con gente que no habla tu idioma y pasársela genial. Es correr de regreso a tu casa cuando empieza a llover a barrer el agua porque tu departamento se inunda siempre. Es vivir con 11 personas en una casita de Staten Island y relajarse en el ferry para atravesar a Manhattan. Sobre todo en invierno. Salir bien abrigado y ver como el barco rompe nieve. Es ir a New Jersey a conciertos o festivales y ver que en verdad son muy diferentes y que sí manejan del carajo. Es pedir trabajo y que te traten como mierda porque compites con gente de todo el mundo y la mayoría son mejores que tú. Es estar parado en el súper junto a una supermodelo que te pone nervioso y al mismo tiempo tener a un indigente junto comprando una Coca Cola. Es comprarle a otro indigente unos esquíes en pleno verano a 5 dólares. Es estar sentado en el parque y ver a una pequeña señora alemana que se pasa todo el día recogiendo tréboles de 4 hojas. Aprender que no son taaan raros. Es que la policía sea tu enemigo. Siempre. Es que te moleste la existencia de los judíos ortodoxos. Es ir a comer comida polaca no tan lejos de tu casa nada más para ver a las meseras. Más bien a la que te gusta. Es estar grabando una sesión en un estudio y que de repente llegue Lee Ranaldo, porque es amigo del productor. Es estar en una fiesta y que a 2 metros de ti esté Chrissy Hynde. Es escuchar música cuando caminas a todos lados. De preferencia hip hop. Es reconocer que te gusta mucho el basquetbol, pero que jamás tuviste nivel como para jugar en los parques en Manhattan. Es estar en la peor onda de calor de la historia (hasta entonces), llegar hasta la zona norte de Central Park, ver que quitaron la energía por ser marginado ahí y regresarse rápidamente. Es pasar junto a una señora y que te vea con una cara de amabilidad. Es no hablar con ella porque te va a regañar por estar en la calle vagando a las 12 del día en lugar de estar trabajando. Es no pagar tus cuentas porque no puedes. Es comer menos porque no te alcanza. Es tomarle fotos a gente cuando no se dé cuenta. Más te vale que no se den cuenta. Es ir a ver a tu amigo tocar en un antro que ni siquiera tiene nombre. Es ir a Mars Bar otra vez y pedir un bourbon y que no te de miedo tomar de el vaso. Es estar en el metro a solas a las 4 de la mañana viajando en alguna droga y que nadie se te acerque. Es ver llegar el metro en la estación en verano y ver con alegría que un carrito está medio vacío. Es entrar y descubrir que es el que no tiene aire acondicionado. Es dormir en un colchón y no saber qué está pasando en el mundo porque estás en donde pasa todo pero no te das cuenta de nada. Es ver a la misma persona a la misma hora en el metro y no saludarla. Por idiota, porque te imaginas una vida con ella. Es encontrártela después en un concierto y tampoco hablarle, pero ver que te vio y que se acordó de ti por alguna expresión. Es ver a tu amigo tocar y que a mitad de su set la gente se voltee y no le preste atención. Es hacer lo mismo. Es ir a ver a Jason Forrest y que acabe de tocar y pase junto a ti y le digas que es poca madre y que en respuesta te suelte un beso en la mejilla. Es entrar a una tienda y ver la guitarra de tus sueños muy maltratada y a un precio que dolerá pero que no te matará. Es estar escribiendo esto, voltear, ver que ahí está todavía, 12 años después. Es ir a recoger a alguien en metro al aeropuerto después de meterte 12 líneas en un período no muy largo. Es que no se den cuenta. Es andar en bicicleta a todos lados y que te la roben justo en Park Avenue. Es que un turista te pregunte cuál es Avenue of the Americas. Es ponerle fecha para comer sushi en tu lugar favorito con tus amigos y saber que esa vez si te atragantarás. Es ver a artistas en la calle y ver que son como tú. Es ver a modelos en la calle y ver que no tienes idea de por qué son como son. Es ver al tipo con cara de perversión ver jugar a los niños en el parque y no poder irte hasta que la madre vaya con el niño que está matando con la mirada. Es quedártele viendo al guey hasta que se vaya. Es estar en Central Park fumando mota muy tarde con un amigo, pasar junto a un túnel, ver salir a un hombre enorme y salir corriendo sin pensar. Es ir corriendo. Para llegar al metro. No importa a dónde vayas al final, siempre se corre para ir al metro. Es no saber si el tipo que está junto a ti es un genio o un vago nada más. Probablemente es un vago, como tú. Es ir a Roosevelt Island y caminar en un lugar tranquilo y poco feliz. Es estar platicando con un amigo en un bar y que la mesera te haga plática y te lleve a su bar favorito después  y que haya una cabina de fotos y tomarse muchas fotos ahí para no saber nada de ella después. Es ir caminando en el malecón? de Brooklyn y que alguien te diga que tu foto está pegada en su refrigerador, que estás con su roommate. Es darse cuenta de repente que ya no tienes nada que hacer en NY. Por un rato. Te vas. Tu amigo te dice que no importa, que vas a regresar. Está en NY, no te va a extrañar de todos modos.

Hanson

Sí, así es, y no me burlaré de ellos.

Le hacen un cover a "Optimistic" de Radiohead y creo que les sale mejor a ellos que a Radiohead en vivo...



04/09/09

El Estado del Arte

Un joven y poco talentoso artista le robó unos lápices al nada talentoso (excepto en mercadotecnia) y bastante estúpido y sobrevaluado Damien Hirst.

El problema es que los lápices eran parte de una de sus obras, por lo que lo está demandando por una cantidad de 10

Aparentemente, ellos ya se traían ganas y llevaban una especie de juego de rivalidades. Lo malo es que Hirst como que no estaba jugando.

Bueno, lo que sea para que molesten un poco al idiota éste. Si no me creen que es un idiota, chequen cuanto costaría su pieza "Un Pez Muerto No Es Arte" o no sé como se traduzca, lo cual es uno de los insultos más grandes a artistas de verdad.

Desafortunadamente, los artistas de hoy se preocupan mucho por expresarse, sin tener nada que decir, ni dominar las técnicas del medio en el que lo quieren hacer. Es triste, y por eso es tan difícil inspirarse últimamente. Mientras existan mecenas como Charles Saatchi, todo seguirá igual.

Aquí está toda la información por si les interesa. No lo leí bien, por cierto, porque este tipo de notas se me hacen despreciables, porque les dan más importancia a tales personajes. Y luego yo más, porque lo escribo aquí, pero casi nadie lee este blog, por lo que no me siento tan mal.

Afortunadamente, hay muchos artistas buenos todavía. Lo malo es que no son populares, pero todo está bien en cuestión de talento, no así en cobertura.

Como Ewa Bibanska:



y buena música:

03/09/09

KV

Ha sido una semana extraña. Casi pierdo mi soltería, lo cual es trágico ya en sí. Problemas de trabajo y demás cosas (menos trágicas, claro). Como siempre, hay drama y tensión (según yo), pero según Kurt Vonnegut (uno de mis seres humanos ya fallecidos preferidos) la explicación del por qué necesitamos ser telenovelescos es muy sencilla:

Partimos de una tabla x/y normal:



Luego tomamos como ejemplo la historia de Cenicienta:



Subidas y bajadas. Todo es horrible, y luego todo es bello.

Igual pasa con los desastres:



Todo es normal, luego pasa algo increíblemente horrible, pero al final todos aprendemos un poco de a historia y estamos un poco mejor que al principio.

Lo malo es que nuestras vidas son así:



"Artists use frauds to make human beings seem more wonderful than they really are. Dancers show us human beings who move much more gracefully than human beings really move. Films and books and plays show us people talking much more entertainingly than people really talk, make paltry human enterprises seem important. Singers and musicians show us human beings making sounds far more lovely than human beings really make. Architects give us temples in which something marvelous is obviously going on. Actually, practically nothing is going on."

Kurt Vonnegut

Si todo esto les aburre, pueden ver la relación que tiene Johnny Marr con su guitarra:

01/09/09

Tennessee Stud



Johnny Cash

Canción perfecta para un Martes.