Y me despierto y entro al baño y veo que algo raro se mueve.
Un pequeño y joven camaleón estaba ahí, pataleando furiosamente. El pobre no podía contra el piso liso.
Como cualquier persona decente, lo saqué al jardín y lo dejé libre.
Pero antes le tomé unas fotos, jejeje...
En algunas culturas árabes, los camaleones son de buena suerte...
Si los echas vivos al fuego.
No sé cómo se les ocurre tanta pendejada...
11/02/09
Publicadas por Xavier a la/s 3:22 p.m.
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3 comentarios:
¿Qué tan desesperado (y estúpido) tienes que estar para echar camaleones vivos al fuego?
Mejor tomarles fotos.
Es lo que yo digo.
Qué chidas fotos: ese ojo parece casi humano... que bien que recuperaras el blog. Saludos!
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