12/09/09

NY es estar en el centro del mundo dominado por la porquería. Es recordar cuando era más joven y no había tienda Disney en Times Square, sino muchas tiendas con "peep shows" siendo publicitados en la calle. Eran los jóvenes negros con un portafolio que llegaban contigo y te ofrecían réplicas muy bien hechas de relojes y artículos viejos. Parte de recordar eso es que ni siquiera alcanzaba para las réplicas. Era pararse afuera de CBGB´s y ver salir al ingeniero de audio que llevaba 10 años ahí. Saber que sonorizó a The Ramones y también a Chrissy Hynde y a muchos otros. Era ir al Mars Bar a buscar problemas y después asustarse porque no hay cosa más extrema que un punk de verdad enojado. Era ir a los bares de los muelles en Hell`s Kitchen porque era más barato y no te pedían identificación. Era caminar por Battery Park y ver a todos los ferries y tugboats y no tenerle envidia a nadie en el mundo en ese momento. Era ir a Union Square de noche en verano, comprar una cerveza y esconderla en la mochila y tomarla a 5 pasos de los policías. Siempre listo para correr. Eso era lo mejor. Meterse ilegalmente al tren elevado y ver como era antes y que llegue un policía y te diga que ni corras, no tienes para dónde ir. Es que el policía te diga que te entiende, pero de todos modos te tienes que salir de ahí, con mejor acento y mucha más autoridad. Era llegar a visitar a un amigo a Alphabet City y recorrer edificios y pasillos con gente gritando en niuyorrican. Era empezar a tomar en la escalera de emergencia y reírse de todas esas discusiones y que alguien más se asome y te diga que te calles y que el olor de la mota que te estás fumando está entrando a su ventana. Es llegar a vivir a Brooklyn Heights y ver lo bonito que es, sólo para descubrir que vivirás en el peor edificio de la zona y que no hay forma de evitar los olores que surgirán de la gastada tubería por el caño en la regadera mientras te bañas. Es experimentar lo mismo en el Upper East Side. Es subir un poco más a Harlem y comprarle cocaína al ser más valemadrista que conocerás jamás. Es ver a los muchachos de Columbia también comprando y alegrarte de que paguen 3 veces más de lo que tu pagas. Es ir al Bronx a comprar marihuana y que te la avienten en la cara y que te digan que te largues. Después, hora de quejarse. De los pinches jamaiquinos. De los portorriqueños. De los Black Muslims que siempre te molestan cuando llegas tarde a tu casa. Es caminar por el Bronx con tu pequeño amigo judío y que tú seas su protección porque eres más grande y te ves "spanish". Es no saber qué quiere decir eso. Es vivir en Queens junto a una línea del metro con gente que no habla tu idioma y pasársela genial. Es correr de regreso a tu casa cuando empieza a llover a barrer el agua porque tu departamento se inunda siempre. Es vivir con 11 personas en una casita de Staten Island y relajarse en el ferry para atravesar a Manhattan. Sobre todo en invierno. Salir bien abrigado y ver como el barco rompe nieve. Es ir a New Jersey a conciertos o festivales y ver que en verdad son muy diferentes y que sí manejan del carajo. Es pedir trabajo y que te traten como mierda porque compites con gente de todo el mundo y la mayoría son mejores que tú. Es estar parado en el súper junto a una supermodelo que te pone nervioso y al mismo tiempo tener a un indigente junto comprando una Coca Cola. Es comprarle a otro indigente unos esquíes en pleno verano a 5 dólares. Es estar sentado en el parque y ver a una pequeña señora alemana que se pasa todo el día recogiendo tréboles de 4 hojas. Aprender que no son taaan raros. Es que la policía sea tu enemigo. Siempre. Es que te moleste la existencia de los judíos ortodoxos. Es ir a comer comida polaca no tan lejos de tu casa nada más para ver a las meseras. Más bien a la que te gusta. Es estar grabando una sesión en un estudio y que de repente llegue Lee Ranaldo, porque es amigo del productor. Es estar en una fiesta y que a 2 metros de ti esté Chrissy Hynde. Es escuchar música cuando caminas a todos lados. De preferencia hip hop. Es reconocer que te gusta mucho el basquetbol, pero que jamás tuviste nivel como para jugar en los parques en Manhattan. Es estar en la peor onda de calor de la historia (hasta entonces), llegar hasta la zona norte de Central Park, ver que quitaron la energía por ser marginado ahí y regresarse rápidamente. Es pasar junto a una señora y que te vea con una cara de amabilidad. Es no hablar con ella porque te va a regañar por estar en la calle vagando a las 12 del día en lugar de estar trabajando. Es no pagar tus cuentas porque no puedes. Es comer menos porque no te alcanza. Es tomarle fotos a gente cuando no se dé cuenta. Más te vale que no se den cuenta. Es ir a ver a tu amigo tocar en un antro que ni siquiera tiene nombre. Es ir a Mars Bar otra vez y pedir un bourbon y que no te de miedo tomar de el vaso. Es estar en el metro a solas a las 4 de la mañana viajando en alguna droga y que nadie se te acerque. Es ver llegar el metro en la estación en verano y ver con alegría que un carrito está medio vacío. Es entrar y descubrir que es el que no tiene aire acondicionado. Es dormir en un colchón y no saber qué está pasando en el mundo porque estás en donde pasa todo pero no te das cuenta de nada. Es ver a la misma persona a la misma hora en el metro y no saludarla. Por idiota, porque te imaginas una vida con ella. Es encontrártela después en un concierto y tampoco hablarle, pero ver que te vio y que se acordó de ti por alguna expresión. Es ver a tu amigo tocar y que a mitad de su set la gente se voltee y no le preste atención. Es hacer lo mismo. Es ir a ver a Jason Forrest y que acabe de tocar y pase junto a ti y le digas que es poca madre y que en respuesta te suelte un beso en la mejilla. Es entrar a una tienda y ver la guitarra de tus sueños muy maltratada y a un precio que dolerá pero que no te matará. Es estar escribiendo esto, voltear, ver que ahí está todavía, 12 años después. Es ir a recoger a alguien en metro al aeropuerto después de meterte 12 líneas en un período no muy largo. Es que no se den cuenta. Es andar en bicicleta a todos lados y que te la roben justo en Park Avenue. Es que un turista te pregunte cuál es Avenue of the Americas. Es ponerle fecha para comer sushi en tu lugar favorito con tus amigos y saber que esa vez si te atragantarás. Es ver a artistas en la calle y ver que son como tú. Es ver a modelos en la calle y ver que no tienes idea de por qué son como son. Es ver al tipo con cara de perversión ver jugar a los niños en el parque y no poder irte hasta que la madre vaya con el niño que está matando con la mirada. Es quedártele viendo al guey hasta que se vaya. Es estar en Central Park fumando mota muy tarde con un amigo, pasar junto a un túnel, ver salir a un hombre enorme y salir corriendo sin pensar. Es ir corriendo. Para llegar al metro. No importa a dónde vayas al final, siempre se corre para ir al metro. Es no saber si el tipo que está junto a ti es un genio o un vago nada más. Probablemente es un vago, como tú. Es ir a Roosevelt Island y caminar en un lugar tranquilo y poco feliz. Es estar platicando con un amigo en un bar y que la mesera te haga plática y te lleve a su bar favorito después  y que haya una cabina de fotos y tomarse muchas fotos ahí para no saber nada de ella después. Es ir caminando en el malecón? de Brooklyn y que alguien te diga que tu foto está pegada en su refrigerador, que estás con su roommate. Es darse cuenta de repente que ya no tienes nada que hacer en NY. Por un rato. Te vas. Tu amigo te dice que no importa, que vas a regresar. Está en NY, no te va a extrañar de todos modos.

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