17/12/09

Humor Estacional



Hace 12 años, la primera vez que llegué a Nueva York, me lo advirtieron.

Era primavera, pero a lo que se referían era a lo crudo del invierno cuando estás solo y eres joven.

La depresión invernal.

Ese año ni lo sentí. Compartía casa con 3 brasileños y ellos compartían sus drogas conmigo. Realmente no recuerdo que hice exactamente, pero si recuerdo la época. Me di cuenta que Nueva York es más bella en el invierno.

No toda. Yo vivía en Astoria, Queens, y todavía estaba en las primeras fases de ser "gentrificado".

Gentrified, pues. Es un término que usan los estadounidenses para denominar áreas que eran feas, pero a las cuales llegaron artistas (los primeros siempre en vivir bien en lugares feos, aparentemente) y luego jóvenes estudiantes, generalmente hipsters, a repoblar después de que unos genios de los bienes raíces hayan hecho tratos estupendos para ellos, pero muy malos para los habitantes del lugar.

Términos técnicos. A eso se reducen muchas cosas hoy en día.

Costo de oportunidad.

Es lo único que se me pegó bien de mis pocas (nunca iba) clases de economía.

Regresaremos a eso.

Se acerca la Navidad.

Yo no soy religioso, ni mi familia, pero disfrutamos mucho de como los cristianos nos proveen de romeritos y bacalao por la época.

Les contaré de mi Navidad pasada.

Yo vivía en Nueva York hace un año. Mi roommate se había marchado de vacaciones, al igual que casi todo mi edificio. Es lo que pasa cuando eres un rucazo viviendo en un edificio con estudiantes.

El día de Navidad me despertó un sonido extraño. Un goteo. Muchos.

Salgo de mi cama y en la sala veo lo que pasa.

Había 6 goteras y un charco en el piso de madera de muy buen tamaño.

Verán, había nevado durísimo unos días antes y eso dejó varios centimetros de nieve en el techo. La nieve pesa y dañó la impermeabilización. Esto causó que al derretirse, un cauce llevara el agua hacia mi sala.

Yo siempre le he tenido respeto al agua. Es más, como desarrollador de terrenos, de las lecciones más importantes, sobre todo al establecer la red hidraúlica de un residencial, es que no puedes detener el agua y que el agua tiene memoria.

Esto quiere decir que si eres tan estúpido como para poner tu casa en medio de un arroyo porque hace mucho que éste no acarrea agua... ya sabes lo que pasará. En cuanto disfrutes más de tu casa, vendrán lluvias y más vale que tu casa haya sido asegurada. Lo cual no es probable porque pusiste tu casa en medio de un pinche arroyo.

Cuando llegué a Los Cabos, me contaron la historia de un desarrollador que hizo un residencial para gente de bajos recursos en el lecho de un arroyo. Por supuesto que pronto cayeron lluvias y la gente recuerda despertarse en la madrugada con el sonido de tumbos.

Como si un gigante viniera hacia ellos.

Ojalá, pero no, era el agua. Muchos murieron porque no alcanzaron a despertarse.

No recuerdo qué pasó con el desarrollador.

En la azotea de mi departamento, algo similar había pasado.

Bueno no, el comparar es estúpido, pero el año anterior también hubo el mismo problema.

Pero el año anterior no estaba yo ahí.

Sigamos pues, con la cronología de los eventos.

Alarmado, llamo a mi casero.

No me importó mucho que fuera navidad, es un judío hasídico, o como se escriba, y yo suponía que no era gran diferencia para él.

No contestaba, tampoco contestaba mensajes de texto ni emails.

No quieren saber lo reemputado que yo estaba. Sin embargo, después de un rato, siempre me entra un poco de malicia.

Le escribo un mail diciendo que lo de las goteras se está poniendo peligroso y que llamaré a los bomberos porque sería malo que se me cayera el techo encima. Le digo también que hablaré a los encargados de obras civiles de la ciudad, para que chequen también la situación ya que yo tenía mis dudas ya desde hace rato hacia mi seguridad, ya que nuestra estufa no tenía campana.

Bueno, a los 2 minutos de mandar el mail me dice que va para allá y que lleva a unos trabajadores y que no me preocupe de nada.

Había hecho planes para salir esa noche a una cena de olvidados (los que estábamos solos en esta época), pero me había alterado y no estaba de humor para festejos ni gente.

Tenía provisiones vastas.

Bueno, más o menos.

Tenía una bolsa casi intacta de marijuana (purple haze, ni más ni menos) y una botella de Knob Creek que me habían regalado.

Subí al techo encharcado y ahí hice mi fiesta. En algún momento alguien más subió, aparentemente no estaba tan solo en el edificio como pensaba, pero no recuerdo bien quién era.

Mientras todos mis conocidos estaban con sus familias, yo estaba volando; observaba el skyline desde mi azotea y admiraba la línea casi perfecta que hacían los aviones sobre mí al enfilarse hacia JFK. En mis audífonos tenía "The Yeah Yeah Yeah Song" de los Flaming Lips en loop infinito.

También lloraba de envidia hacia los que comían romeritos y tenían peleas familiares en ese instante.

Hace 2 días me escribió una ex novia. Me dice que su padre acaba de morir. Me da mucha tristeza, porque a ella la quise mucho. No me había escrito más allá del saludo formal en unos 5 años. En fin. No serán muy felices fiestas para ella, y ella si era de las que disfrutaba mucho la época. Disfrutaba mucho muchas cosas y yo no, por ahí iba nuestro problema. No le he contestado. No es importante para ella eso tampoco.

En solidaridad, esta época será un poco más sombría para mí también.

Venga, regresemos más. Unos tres años.

Hace tres años yo vivía en Staten Island. Staten Island es lo más naco de Nueva York. Los guidos de Nueva Jersey han hecho casas ahí y su cultura se ha desparramado un poco; poca y mala cultura. Los mexicanos que vivían ahí le apodaban Stateneza. Como Ciudad Neza. Era obvio, perdón.

Sin embargo, yo vivía en una casa a unas 5 cuadras de la estación del ferry. Mi calle era una típica calle de un pueblo costero de Estados Unidos. Las casas eran todas de diferentes colores.

Una bonita postal. Había fallas, sin embargo. Había una iglesia católica a tres casas (mi casera me pedía que si le podía quitar la nieve de la entrada, ya que el joven sacerdote de ahí era inútil o algo), pero enfrente de la nuestra había una en la que vendían crack. No eran mala onda los de ahí, pero estaban demasiado flacos.

Total, un día, no era navidad, era más bien por estos días, yo venía regresando de grabar en un estudio y me disponía a entrar al ferry.

Ah! Si vives en Staten Island tienes que tomar un ferry como de 20 minutos para ir a Manhattan y de regreso.

En invierno es genial porque no hay turistas y, si estás bien abrigado, puedes salir a ver como el ferry rompe el hielo.

Pequeñas cosas, recuerden.

Bueno, estoy esperando al ferry y se sienta frente a mí un tipo estereotípico de Staten Island. Tipo italiano, rudo y grande.

Bueno, un poco de contexto.

Yo llevaba dos días siendo el asistente de un ingeniero en un estudio. Este "ingeniero" no tenía idea de cómo funcionaba el patch bay de una consola Solid State Logic, por lo que parecía más bien que yo le daba clases de cómo usarla a la vez que tenía que llevar la sesión porque el tipo tampoco sabía grabar en tape. Por alguna razón, él había insistido en que se grabara análogo, creo que porque leyó que Jay Z lo seguía haciendo así.

Total, yo llevaba ya 2 días sin dormir y trabajando con este mono. Había sobrevivido gracias a la dotación de anfetaminas variadas y cocaína proveída por el grupo. Ellos eran una especie de copia del Dave Mathews Band, pero no sabían afinar bien sus instrumentos.

Total, las sustancias que mencioné estaban siendo diluídas ya por mi cuerpo y sentía la cruda que venía.

Si ustedes sienten que sus crudas de alcohol son terribles, jamás, JAMÄS, prueben la cocaína. La cruda es famosa y es gran causa de las tragedias que han leído ustedes sobre los famosos.

Regresemos.

El tipo se siente enfrente de mí. Yo era un tipo más flaco que ahora y con unas ojeras tremendas. Pálido y tembloroso del estrés.

Comienza a examinarme. Le digo que deje de mirarme. "Fuck off", más bien.

Pone cara severa.

Puta madre, saludable jamás tendría oportunidad contra él y ahora, en este estado, me matará. Por lo menos lo que traigo adentro de mi sistema aminorará los golpes.

Se sienta junto a mí y me dice:

"It can´t be that bad, man."

No le entiendo bien la primera vez y me lo repite. Comenzamos a hablar. Él si tiene una vida dura. Esto no me hace sentir bien, pero ayuda a que las malditas sustancias no sigan jodiendo mi vida. Por lo menos un rato.

Llegamos a Staten Island. Está todo oscuro. Nos despedimos. Él no lo sabe, pero cambió mi humor. Por semanas. No por el contraste de la situación, sino por interesarse un poco.

"Gracias."

Llego a mi casa, la cual comparto con 8 personas más. Mi humor bajó un poco por lo resbaloso del piso. Staten Island está formado topográficamente por colinas y el hielo hace que el caminar sea peligroso. Patiné algunas veces. Nada serio.

Al subir por las escalinata hacia mi casa, veo que la mayoría de los habitantes de la casa están afuera. Hay una especie de terraza con una mesa y veo que sobre la mesa hay vasos. Supongo que son gin and tonics, pues la casera está ahí y son su especialidad.

"¿Quieres uno?"

Alcohol, recuerdo que la cruda se acumulará con la que ya viene a todo. Ya no es importante.

"Si, sólo dejen que vaya a cambiarme y regreso."

Algunos nos quedamos ahí hasta el amanecer. Al final somos solamente el marinero y yo. Así le decía y el me decía "el músico". Los dos con un tono burlón, pero no lastimero.

Está de buen humor. Me da gusto por él, ya que ha andado deprimido porque aparentemente tendrán que cortarle el brazo. El trabajaba en un pequeño bote (un steamer, no sé cuál sea la traducción) y tuvo un accidente. Se le hacen quistes en el brazo y eso pone en peligro su vida. Me ha enseñado su brazo. Es más fuerte que mi pierna, es increíble que esa sea la solución.

Pero así es esto.

Hmmmm, recuerdo que había comentado algo del costo de oportunidad.

Nada, que es una pendejada más diseñada por los economistas para jodernos la vida. El costo de oportunidad es la mejor opción que no tomaste al hacer una decisión. O sea, si compraste x casa, tu costo de oportunidad es la otra casa que viste y te gustó pero que no compraste. La segunda opción.

Todo para que no vivamos ni disfrutemos el presente...

Como dijo alguna vez el marinero, ya borracho y para jocosidad de todos presentes:

"A smooth sea never makes a skilled seaman."

O algo así. Yo también estaba borracho.

Mejor como dijo Kilgore Trout:

"You were sick, but now you're well again, and there's work to do."

No, más bien ya recuerdo lo que quería decir con lo de costo de oportunidad.

Cuando ya estás de lleno en los treintas, cada camino que tomes, no importa cuál sea, acabará con alguien llorando o sintiéndose mal. Esta relación baja entre más edad tengas si estás más estable.

Alomejor, si lo haces bien, las lágrimas y todas esas sensaciones malas serán tuyas.

Sobre todo si te das cuenta de lo que es realmente importante.

05/12/09

Thank Goodness For The Good Souls



No he dormido bien últimamente.

Generalmente no duermo bien. Esto me pone irritable y poco atento.

Ahora no es el caso.

Les relataré una historia, pero realmente es una historia que ahora concierne sólo a una persona.

Hace muchos años, un niño descubrió algo acerca del mundo. Más bien, descubrió otro. Logró crear una realidad diferente a la suya. Una realidad en la que todo estaba como debería de ser.

No era un superhéroe en esta otra realidad, tampoco era un villano ni nada. Sólo arreglaba pequeños detalles de lo que veía en el mundo "real".

El problema con los pequeños detalles es que se van amontonando. Estos pequeños detalles causan grandes cambios y, al final, es difícil continuar con la "lógica" que parecía tan simple cuando se era tan pequeño.

Eventualmente, las diferencias entre los dos mundos se hicieron demasiado grandes. Las mismas personas habían tomado caminos tan distintos que ya no tenían parecido alguno.

Lo mismo ocurrió con él.

Aparentemente, pasó mucho tiempo en este lugar, adquiriendo un instinto y una forma que no tenían nada que ver con el otro.

El contraste se convirtió en algo doloroso.

Se dio cuenta de esto (sin enterarse) en la adolescencia y, como pasa frecuentemente, le provocó enojo.

Frustración. Adolescencia, pues.

Se empezó a dar cuenta del cambio por el que pasaba. En una realidad, el niño no dejaba ir las riendas; en el otro, se topaba con un lugar hostil, para el cual estaba muy poco preparado.

Por un momento, lo convencieron de que debía dejar el otro lugar, pero era difícil. Las mejores personas que conocía estaban allá y el mundo era más simple. Sin embargo, todos estaban de acuerdo con eso, y dejó ese lugar un rato.

Al regresar a su lugar de origen (no al creado por él) descubrió que no era un buen lugar. Sin embargo, se dio cuenta de que no estaba solo en este pensamiento y eso lo reconfortó.  Comenzó a relacionarse "normalmente" con otras personas y, poco a poco, el otro lugar comenzó a desaparecer.

Sin embargo, un día (¿un mes?¿Año?) se le juntaron varias cosas y comenzó a extrañar el otro mundo, el que había construido de tan buena fe y en donde no solo él, sino todos los que conocía, eran mejores.

Ya no estaba.

Buscó en todos lados. Trató de inspirarse en otros lugares, en libros, en otras personas. Nada.

No era depresión, era desolación. No había ya color, no había nada que lo hiciera sentir bien. Este mundo era gris y él ya no recordaba los colores lo suficiente como para crearlos, ni siquiera en su cabeza.

Buscó ayuda. "Es normal.", le dijeron.

"Ya te acostumbrarás, así es esto".

Lo comprendió, hasta cierto punto, y decidió conformarse. Con el tiempo, se dio cuenta de que, en efecto, no era tan malo.

Sin embargo, todo seguía tomando rumbos equivocados y él no entendía cómo era posible esto.

Se dio cuenta del tiempo y de que pasaba muy rápido.

Sin embargo, un día, conoció a una mujer. Esta mujer estaba interesada en él y se quería relacionar de una manera diferente a los demás. Más.

Era una esperanza. Encontrar esto comenzó a darle más sentido a todo. Tal vez no era "sólo conformarse".

Sin embargo, un día, él la lastimó profundamente.

La carga de conciencia que sentía se juntó con otro sentimiento. Este hombre se había pensado que era diferente a los demás.  Creía tomar las decisiones correctas siempre. Había construído una realidad alternativa entera basada en buenas decisiones. Ya no era igual. Descubrió que se equivocaba y descubrió que no era diferente en ese aspecto. Seguro que se había equivocado antes, pero los errores no habían sido graves.  Ahora tenía enfrente a una persona que no dejaría de llorar con un simple perdón y,  lo peor, esta persona iba a ser mejor sin él.

Como todos los momentos de claridad, por más dolorosos que sean estos tienen algo que los hace atractivos.  El hombre pensó que la idea era redimirse, y redimirse. Siempre.

Dejó que esta mujer lo lastimara, a placer. Sin embargo, se dio cuenta también de que esto no la hacía sentir mejor. ¿Entonces?

El dolor que sintió si le dejó una lección. Sentir era algo inevitable y, en el otro mundo, él había olvidado esto.

No era del todo malo.

Poco a poco fue descubriendo que el mundo que había construido en su cabeza regresaba a él. Tal vez era diferente ya, pero era más real y complementaba bien al mundo en el que respiraba. Sobre todo, dejó de ser dependiente de él y se convirtió en un lugar al cual ir para sacar una sonrisa o para pasar un rato. Matar el tiempo. El nuevo objetivo, sin embargo, era que este lugar desapareciera. No de mala manera, sino como un buen amigo que desaparece.

Comenzó a darse cuenta de varias cosas después de esto. Por ejemplo,  que el sentir involucraba también el sentirse bien.

Las mejores lecciones de la vida, creo, llegan al revés. Sin embargo, cuando llegan y se comprenden, se quedan.

Este hombre actualmente está menos peleado con su realidad. Una realidad.  Comprendió, a base de golpes y abrazos, que muchas cosas no son tan importantes como parecen y que lo importante siempre está en los detalles.

Entendió por fin que era posible construir un mundo igual al que construyó antes, y este mundo no dependía tanto ya de las acciones imaginarias de los demás. Sobre todo, que no tenía que irse a ningún lado en su cabeza.

Ese mundo imaginario desapareció antes porque no tenía bases sólidas. Era frágil. Está aprendiendo ahora a reforzar el mundo que le tocó... encontrar lugares y personas nuevas, reforzar lo que tiene a su alrededor, tirar lo que se pueda y rescatar lo que se tira sin querer.

Parece que va bien. Deséenle suerte, por favor...

"I urge you to please notice when you are happy, and exclaim or murmur or think at some point, "If this isn't nice, I don't know what is."  K.V.

01/12/09

Fotos

Muchos amigos puristas de la fotografía me reclaman mi poco uso de film, como si no me gustara.

No, la verdad es que, obviamente, es un formato muy superior al digital, si se usa correctamente. Actualmente, yo creo que la calidad del film de 35mm sólo tiene igual en el mundo digital en las cámaras digitales de medio formato, las cuales les costarán arriba de 10 ó 15 mil dólares. Salud. Se pueden comprar una cámara de medio formato en el centro por 3 ó 4 mil pesos y no hay nada en el mundo digital que se le pueda comparar en calidad todavía. Usado correctamente, repito. Usar correctamente quiere decir pagar un dineral por un escaneado bueno y por el film correspondiente.

Cuando me preguntan cuál es mi mayor influencia en film, mi respuesta siempre es Velvia 100 o 100F. Siempre bajo expuesto.

SIEMPRE. No confíen en el exposímetro de sus cámaras.

Bueno, yo no confío.

Inconcientemente, edito mis fotos digitales para que parezcan que las tomé con este tipo de film.

Si lo quieren conseguir, ok, pero no es bueno para retratos. Es demasiada su saturación de color y la piel es un color sutil. O lo que sea.

También mi cámara Nikon FM2 es una gran influencia y me reconforta (en estos tiempos de tanta tecnología) que tiene casi la misma edad que yo. Además raya el film a veces. Cuando quiere. Es temperamental. Y pesa, es de acero. Su hermana menor es una Nikon 8008, que tan sólo tiene como 20 años. Ninguna de estas cámaras es cara, y mi digital tiene un complejo de inferioridad ante ellas.

Aproveché mi estadía en el D.F. para revelar y escanear unos rollos que tenía atrasadones y otros que acabo de tomar.

Usé varios tipos de film y estas fotos no han sido retocadas, excepto tal vez un cropeado y, de plano, que le haya tenido que quitar pelos o polvo demasiado obvios porque no gasté mucho en el escaneado.

Tomé muchas fotos de animales, pero desafortunadamente no tomé ninguna foto de una cebra.

Acá están:




Perdón por no tener fotos de una cebra, pero aquí les dejo una, aunque no es mía:



No sé por qué le pone el marco esta cosa, ni modo...

También les dejo un video, por si su conexión era rápida:



Michel Gondry era buenísimo y se empezó a copiar solo. Por si no sabían, todo el video es una toma...

25/11/09

Medianeras







Gustavo Taretto

03/11/09

Steinbeck

En 1960, a John Steinbeck le dijeron que tenía un problema cardíaco bastante grave. En realidad le dijeron que podía morir en cualquier momento.

Él decidió que era buena idea entonces tomar un viaje por las carreteras de Estados Unidos con su perro, Charley. De sus notas salió el libro "Travels With Charley in Search of America", un libro atípico para Steinbeck, pero mi favorito por las circunstancias alrededor y del viaje en sí.

El libro comienza así. Es largo este texto, pero vale la pena ver a un aventurero tratar de expresar por escrito lo que siente. Siempre le faltará eso a las letras, la emoción del momento.

"When I was very young and the urge to be someplace else was on me, I was assured by mature people that maturity would cure this itch. When years described me as mature, the remedy prescribed was middle age. In middle age I was assured that greater age would calm my fever and now that I am fifty-eight perhaps senility will do the job. Nothing has worked. Four hoarse blasts of a ship´s whistle still raise the hair on my neck and set my feet to tapping. The sound of a jet, an engine warming up, even the clopping of shod hooves on pavement brings on the ancient shudder, the dry mouth and vacant eye, the hot palms and the churn of stomach high up under the rib cage. In other words, I don´t improve; in further words, once a bum always a bum. I fear the disease is incurable. I set this matter down not to instruct others but to inform myself.

When the virus of restlessness begins take possession of a wayward man, and the road away from Here seems broad and straight and sweet, the victim must first find in himself a good and sufficient reason for going. This to the practical bum is not difficult. He has a built-in garden of reasons to choose from. Next he must plan his trip in time and space, choose a direction and a destination. And last he must implement the journey. How to go, what to take, how long to stay. This part of the process is invariable and immortal. I set it down only so that newcomers to bumdom, like teen-agers in new-hatched sin, will not think they invented it.

Once a journey is designed, equipped, and put in process; a new factor enters and takes over. A trip, a safari, an exploration, is an entity, different from all other journeys. It has personality, temperament, individuality, uniqueness. A journey is a person in itself; no two are alike. And all plans, safeguards, policing, and coercion are fruitless. We find after years of struggle that we do not take a trip; a trip takes us. Tour masters, schedules, reservations, brass-bound and inevitable, dash themselves to wreckage on the personality of the trip. Only when this is recognized can the blown-in-the-glass bum relax and go along with it. Only then do the frustrations fall away. In this a journey is like marriage. The certain way to be wrong is to think you control it. I feel better now, having said this, although only those who have experienced it will understand it."


"A nomad I will remain for life, in love with distant and uncharted places."  Isabelle Eberhardt

01/11/09

Doña Blanca

Así le llamaba el ya fallecido "Sonny" Alarcón a la pelota de beisbol.

Recuerdo esto ahora porque acabo de ver el 3er partido de la Serie Mundial de Beisbol con mi padre. Yo tenía años ya de no verla, algo impensable en mis años de adolescente.

Hay diferencias.

Ver el partido con mi padre no me trae recuerdos en sí. Él casi nunca disfrutaba de los partidos que para mí eran indispensables para continuar una feliz existencia. Exagero. Mi padre no aguantaba mucho ver partidos tan largos como son y siempre hacía otras cosas. Si acaso estaba, pues se pasaba gran parte del mes viajando. Es extraño como ahora él es el que se concentra más en el partido y mi mente es la que vuela a otros lugares. Está retirado, ya puede disfrutar más de las cosas.

Me gusta ver el beisbol de repente porque todavía reconozco algunas caras conocidas. Dejé de ver el beisbol hace ya unos 12 o 13 años, pero los jugadores son más longevos que en otros deportes. El pitcher era Andy Pettite, al cual recuerdo aún de novato. No es tan grande {para mi, claro}, tiene 37 años.

Sin embargo, me gustó mucho ver aún de comentarista a Pedro "El Mago" Septién. Durante el juego, "El Mago" hizo un comentario nostálgico sobre otros tiempos y mi padre hizo otro, argumentando como "los viejos" decían cosas así.

"Oye, pero "El Mago" es muchísimo más grande que tú."

"No creo, tendrá unos setenta y tantos."

El internet resolvió nuestra disputa. El señor Pedro "El Mago" Septién nació en 1916.

93 años. Unos 27 más que mi padre, quien me lleva 35 a mí.

Y se me hace muy extraño. La gente comenta como se les pasa volando la vida, sobre todo cuando son jóvenes, pero la verdad es que la mía ha pasado lentamente. Me cuesta trabajo recordar cosas de mi niñez y adolescencia que parecen demasiado lejanas. Esos recuerdos son como flashazos ya. Yo no seguía el fútbol, nunca me gustó mucho. Yo era más de beisbol, basquetbol y fútbol americano. Jugadores preferidos de estos deportes, en el mismo orden: Eric Davis "El Rojo", Joe Dumars y Robert Smith. Michael Jordan, por supuesto, pero ése era de todos favorito.

A donde vaya siempre trato de que me acompañe un bat, no sé por qué. Para defensa personal no, ni me acordaría de que lo tengo en esa situación. Si es una muleta, pero es algo que simplemente me da seguridad. Es tener en la mano los recuerdos de sentir pasión por un juego, algo ya desaparecido.

Recordar mis problemas para jugar, ya que yo era zurdo y casi no había guantes para zurdos. La solución fue hacerme derecho para jugar. Una vez más. Ya me había pasado con la escritura. Me maldijeron con mala caligrafía para toda la vida por esto. Sin embargo, sí bateaba de zurdo. Por lo menos tenia eso.

En fin, esos recuerdos de ver al "Mago" Septién bastante lúcido me hicieron sentir bien. Son detalles de mi niñez que aún quedan. Vivos y bien y bromeando y todo. Como debe de ser.

El recuerdo sería más completo si Jorge "Sonny" Alarcón estuviera sentado junto a "El Mago", pero él murió hace ya algunos años. Tendría más de 90 años ya también.

"Sonny" Alarcón no podía caerle mal a nadie. Sus frases eran chistosísimas y le agregaba la alegría necesaria al juego a través de sus comentarios.

El punto es que pasan los años y que siempre quedan rastros que te hacen sentir bien al reconocerlos y no sabemos por qué.

Como bien decía el "Sonny" Alarcón:

"Muy buenas gracias y muchas noches"...

19/10/09

I don't need a whole lot of money...



Jeje. Si soy un tetazo, pero la traigo pegada.

Le iba a poner "31" a este post otra vez, pero ya lo usé mucho.

Bueno, cada año hago una especie de recuento general de como estoy. Cada año con el blog.

Comencemos.

Sigo midiendo 1.80 o algo así. Peso 75 kilos.

Soy vegetariano de nuevo y me siento muy bien. Coqueteé y caí en las garras de la carne por un rato, pero no me gustó.

Sigo soltero, como siempre. Soy muy poco constante para todo excepto para eso. Me preocuparía, pero la verdad es que no tengo por qué hacerlo.

Llevo ya 6 meses en San Miguel. Es mi casa y me he propuesto pasar todo el 2010 acá.

Mi familia inmediata está bien. Son el ancla. Mientras eso esté seguro y bien, no mucho me preocupa.

Cada vez reconozco mejor a la gente estresada y, aunque me sigan dando mucha curiosidad, sé mantener mi distancia.

Soy muy despreoucupado y creo que hasta me estoy volviendo alegre. A ratos. Me gusta como me ve la gente ahora.

Por ejemplo, mi hermana fue a Japón hace poco y me trajo esto:



Son horas de diversión. No es memoria ni nada, sólo hace eso.

Me gusta que piensen en mí cuando ven cosas así.

Y bueno, qué más les puedo decir?

Hoy me levanté a las 6 de la mañana y salí a caminar. Y caminar y caminar.

Después de un rato, estaba en un campo con flores y matorrales hasta el pecho. Los tenis mojados y llenos de espinas. Lo único malo de todo eso es que el día sólo puede empeorar.

Les enseñaría las fotos que saqué, pero las saqué con la cámara de 35mm. Todo está relacionado. Verán, mi computadora morirá pronto y he decidido no comprar otra. Las cámaras digitales están siendo guardadas y las de film reviven. Me gusta más el film al final, porque me cuesta más trabajo. Sobre todo con mi super cámara manual de los 70's que no necesita pilas ni nada y que la puedo llevar al Polo Norte y golpear gente con ella.

Hay buenos prospectos en todo. Me da pena decirlo, pero siempre tengo buenas oportunidades, mi problema es aprovecharlas. Me preocupo en lo que no haré por hacer otras cosas. Costo de oportunidad, para los economistas. Mi costo de oportunidad ya no es tan alto.

Paciencia. Me sobra.

Y así. Como cada año, estoy bien. Si bien todo es incierto, yo cada vez estoy más seguro de mi. Mismo. Yo mismo de mí.

Ahhh... también quiero poner un autocinema. No sé por qué ya no hay. Bueno esto se me acaba de ocurrir, entonces investigaré.

Eso sí. Cada vez me hago más retro. Me perdí los setentas. O sea, si estuve, pero no conciente. Entonces por eso uso lentes de aviador y escucho mucho funk y quiero poner un autocinema.

Bueno, estaba caminando hoy por la mañana y esta canción comenzó a tocar en el momento adecuado por los audífonos...



Y después de esa, salió una de Phil Collins. No se preocupen, la tengo nada más porque me recuerda mucho a esto, que me da mucha risa:



Bueno, ya. A trabajar porque me espera Excel y todo eso...

13/10/09

31

Sigo de 31 años.

Esta vez que estuve en México, encontré unos cassetes.

Verán, hace varios años tenía una grabadora multitrack pequeña y ahí grababa cosas de repente.

De repente no, cuando estaba deprimido.

Son cosas muy extrañas. Ruidos de guitarra. Yo hablando en voz baja y muy enojado.

Para hacer todo más raro, como está grabado en 4 tracks, si lo escuchan en una grabadora normal, 2 de esos tracks se escuchan al revés.

Lo escucho y no recuerdo ya el por qué de mi enojo, pero debió ser algo tremendo, para motivarme a hacer cosas tan tenebrosas.

No, eran tonterías. Cosas de la pubertad.

Recuerdo mis depresiones de adulto, no las de niño.

Seguramente tienen buenos amigos. Es extraño pensarlo, pero son los amigos que te imaginas estarán ahí en el futuro. Jugando dominó los miércoles, ya panzones. Intercambiando historias de la familia, de los hijos y todo eso.

Entonces yo tenía un amigo así, era más joven y, absurdamente (pensaba yo), me pedía consejos y todo eso que haces cuando tienes un amigo más grande. Yo le daba consejos y me lo pendejeaba.

Lo normal.

Y así, un día fuimos a una fiesta. Salimos de la fiesta, el conductor iba borracho, chocamos y se murió.

El que pasen esas cosas traen una carga de culpa fuertísima. La gente muere por pendejadas así diario, pero no por eso dejamos de ser responsables.

Ese hecho, que no tomó más de unas horas, me ha marcado. Últimamente para bien.

Pero al principio no.

¿Por dónde empiezo?

¿Las llamadas de los padres reclamándome y llorando por su hijo?

Ojalá nunca pasen por eso. Me considero una persona fuerte, pero eso sí que sería desquiciante.

Las otras cosas toman menos importancia.

Yo estuve en el hospital un buen rato. El dolor de mi familia de verme en condiciones así.

Tenía novia en ese tiempo. Iba diario al hospital, después me cuidaba diario en mi casa. Jamás he sentido que me quieran tanto. Por supuesto, cuando ya estaba un poco mejor, me porté como un imbécil y troné con ella. De muy mala forma. No maldigo nunca mi suerte con las mujeres porque todavía no pago por esa manera de comportarme.

En fin. Recuerdo bien ir manejando, estar atorado en el tráfico y llorar. Un espectáculo para los coches de junto, seguro. No llorar, berrear. En forma.

Recuerdo ir con una siquiatra y contarle que sabía que había sol afuera, pero no lo sentía y veía todo sin color, como si estuviera nublado. Me veía con pena, con la cabeza ladeada. Los siquiatras no deben hacer eso. Tomen nota, si son siquiatras.

Entonces decidí moverme. A Aguascalientes. No conocía a nadie ahí, perfecto. Renté un departamento sin amueblar y me encerré un rato. Sin entrar en detalles, fue extraño.

Recuerdo un día que salí a comprar comida. Llevaba un rato sin salir de el departamento y me dio pena hablar con el tendero. Bajé la mirada y contesté tímidamente. No sé si somos tan sociales como se piensa.

Al final, como siempre me pasa, después de un tiempo conocí a gente increíble ahí. Me enrolé en la UAA en Letras y conocí a amigos que sólo han desaparecido por las distancias. Sin embargo, mis prospectos de trabajo se acabaron ahí y era tiempo de partir otra vez. No me molestó mucho, ya estaba mejor, pero había otras cosas que pensar y el moverse es genial para obtener otras perspectivas.

Total, acabo en Los Cabos. Hablo pestes de allá y la gente piensa que me fue muy mal, pero no es verdad.

Mi padre ya era medio conocido ahí, lo cual me abrió muchas puertas. En cuestión de trabajo, responsabilidades y compensación económica, fue la mejor época.

No me gustaba mi trabajo, pero si me gustaba algunas cosas que debía hacer por él.

Conocí también ahí a una mujer con la que viví un rato. Viéndolo objetivamente, no nos fue bien, pero no se puede hacer eso con esas cosas. Ella y yo sabemos bien que los dos estábamos deprimidos y que nos ayudamos mucho.

Fue la última novia que tuve. Me prometí que la siguiente vez que tuviera novia, estaría enamorado. Si, así de cursi soy. Venga, pues.

Si no han ido a Los Cabos, vayan. Es un lugar hermoso. Los alrededores son mejores.

Pero. Siempre hay un pero.

Bueno, está lleno de rechazos. Generalizo y me incluyo, obviamente. Sin embargo, la mayoría de la gente joven que llega es porque no se adapta bien a su lugar de origen. Seguro es el caso de la mayoría de los defeños.

Entonces llego allá y conozco a varias personas del D.F. de distintas ocupaciones y todos somos un desmadre. Pero bueno, estás solo y son tus amigos. Es la familia.

La mayoría de los que estábamos allá ya vivimos en otros lugares. Los Cabos es un lugar de paso, es un lugar para sacar algunas frustraciones y conocer gente que está igual que tú. No sólo conocerlos, pero también ver que no somos tan malos. Los inadaptados. Nada más nos tienen que agarrar la onda.

Después de algunos años, los recuerdos que quedan son buenos. Hasta el trabajo era divertido a veces. Recuerdo un par de veces que el topógrafo y yo estábamos trabajando en un terreno que tenía una playa virgen. Los gringos iban mucho a surfear ahí, era un pequeño cabo llamado Punta Perfecta. El topógrafo y yo andábamos entre matorrales, cortándolos con machete, pero también nosotros acabábamos cortados y rasgados. Los surfos veían a un par de hombres con machete salir de entre las dunas. Nos sentábamos con ellos, hablando rudamente y exigiendo que nos dieran comida y cervezas. Los pobres nos complacían. No pasaba de un sustito para ellos. Me la pasaba muy bien con ese topógrafo. Me hacía encabronar cuando me hacía pasar junto a alguna planta que me enronchaba por días, pero así era eso. Las carreras que jugábamos cuando ibamos de regreso al pueblo. Ir en una pickup a 100 kilómetros por hora sobre terracería y derrapando en cada curva es algo que si extraño, por más mala idea que parezca. La adrenalina es buena, según yo.

Y eso es lo que recuerdo ahora. Incluso las experiencias con mi ex. Recuerdo verla dormir y pensar que la quería mucho y que la tenía que cuidar, pero que eso no iba a durar mucho. Recuerdo muy bien acompañarla a reunirse con su madre, a la cual no veía desde hacía ya muchos años. Estar en esas situaciones es bueno siempre, sin importar los detalles. El acabar mal era necesario, porque había mucho cariño, no amor, y no ibamos a terminar si nos comportábamos decentemente.

Total, llegó un día x y decidí irme. A la gente le da tristeza que te vayas de Los Cabos, pero nadie te detiene. Lo experimenté. Es un lugar de paso, como les decía.

Y salí bien de ahí. Empecé a interesarme en las cosas que hago ahora allí. Fue gran terapia y le guardo bastante respeto a ese lugar. No regresaría a vivir, pero si.

Mentira, claro que iría y me la pasaría derrapando por terracerías en una pickup 4x4. Ja.

Los Cabos ha cambiado mucho desde que me fui. Yo llegué cuando aún era un lugar con muchas posibilidades para la gente joven, ya no lo es. El desmadre ya no está bien compensado.

Mientras escribo esto, tengo abierto Facebook en una ventanta también y el chat está activado. Me saluda un amigo de la escuela. De la prepa y eso. No lo veo desde hace como 10 años, y eso porque me lo topé en un restaurante:

-¡Qué onda wey!-

Yo:-¡Qué pedo! ¿Cómo estás?-

-Bien k. Oye wey, has visto las fotos acá de XXXXXXX? ¿Qué no estaba bien rica?-

-Si k. Ya sé. Es una pinche tragedia.- (De la mujer que hablamos era una belleza. Yo recuerdo bien volarme clases para asomarme por la reja mientras ella tomaba natación. Aparentemente, desde que nos graduamos, se dedicó a comer y calculo que pesará como unos 143 kilos ahora. Esta conversación la he tenido con muchos ex-compañeritos).

-Jajaja A huevo. Y qué pex? Cómo estás k?-

-Yo bien, acá en San Miguel y tú?-

-Bien k. Cuando te das una vuelta por acá? te dejo mi tel....etc, formalidades.

Lo que sí es que me hace recordar cuando estábamos en la escuela y nos llevábamos mucho. Él era el clásico galán y yo era el clásico segundón que rondaba porque èl tenía siempre plan el fin de semana y casi siempre involucraba salir con mujeres de buen ver, como dirían. Nos llevábamos porque los 2 jugábamos tenis, el tocaba batería y yo guitarra y vivíamos cerca. Las amistades son menos complicadas de joven.

Extraño jugar tenis. Si me hubieran preguntado hace 20 años que qué quería ser de grande, hubiera dicho tenista o basquetbolista. Tengo alma de atleta, más no cuerpo.

Hablando de eso, y ya que es larguísimo este post, pues les cuento algo más para terminar.

Unas 3 o 4 veces por semana, voy a tirar canastas a un parque que está cerca de mi casa. Cuando me siento bien y hay retas, me animo a jugar partidos de cancha entera con los que están ahí.

Extrañamente me escogen todavía como si fuera de los jóvenes. Es un cumplido. Pequeñas victorias, pues.

Total, estamos jugando y mandan a un chavo como de 18 años a marcarme a mí. No somos muy altos los que estamos ahí y él está casi de mi estatura. Será más alto en el futuro, de seguro.

Se toma el juego muy en serio. No debería de, pero empiezo a jugar más rudo. Le encajo el hombro en el pecho en cada jugada para quitarlo de posición. Y para ver como reacciona. Así soy, perdón.

Entonces tengo un flashback.

Cuando yo era como de la edad de este chavo, iba a unas canchas por Coapa a jugar basquet. En el lugar estaba el típico tipo enorme y que juega muy bien y que es como la superestrella del lugar.

Le decían El Pippen.

Bueno, un día estábamos jugando y él me daba codazos en cada rebote por el cual ibamos. Yo estaba muy enojado, pero medía como 15 centímetros menos. Yo era un chavo y este wey era un hombre.

Como siempre, tuve mi oportunidad de vengarme. Se enfiló a la canasta y yo salté enfrente de él.

Marranamente.

Caímos los dos. Él se levantó, tomó la pelota y me la reventó en la cara. Después de eso, yo ya no sentía nada, pero se me abalanzó y me soltó más puñetazos. Me pegaron en la cabeza, afortunadamente. Medio afortunadamente, pegaba como mula el imbécil y me duraron un buen rato los chichones.

Si no lo detienen, me medio mata. Era un animal. Sentí la potencia del tipo.

A la siguiente semana, regresé con bastante miedo. Afortunadamente, estaba en mi equipo esta vez. Le pasé la bola a él siempre, aunque no fuera la mejor opción. Terminamos bien el juego. Para mi fortuna.

Es poco divertido jugar con hombres cuando estás chavo, por estas situaciones.

Entonces regresemos a San Miguel.

Estamos jugando y yo volteo a ver al chavo y no me detiene la mirada. Lo empujo y aprovecho que ya tengo callo. Si tiene 18 años, cuando el nació yo ya tenía 13 años y el basquet era ya mi pasión.

Pero es buen muchacho y está nervioso. Me empiezo a sentir mal. Entonces le pasan la pelota, me hace una finta, me desplaza con el hombro, tira y encesta. Corremos de regreso y me le emparejo. Se ve preocupado.

"Buen tiro." Le doy una palmada en la espalda. Desde ahí, se empieza a divertir. Lo notan todos y le pasan más la pelota y así. No es malo, cuando deje de crecer y coordine, será buen jugador.

Esa palmada es la que me debió de haber dado el pinche Pippen. No partirme la madre.

En fin.

¿De qué era este post? Ah si, de la depresión.

Mejor hay que pensar como esta frase, que se debe leer en tono sabroso:

"Mientras exista el mambo, olvida el tango y la seriedad..."

Y para cualquier crisis:

12/10/09

31



Entonces voy caminando por las calles de la gran ciudad y me topo con un señor que me pide que le ayude a escribir un telegrama.

En el telegrama describe un drama. Platico con él y con los ojos llenos de lágrimas y la voz quebrada me dice que no entiende por qué le han pasado tantas cosas.

Yo tampoco lo entiendo. Entiendo su coraje.

Hablo con él y siento ya las arrugas. Con la edad llega también una sensibilidad más grande. Entiendo perfectamente lo que me está diciendo. No se me olvidará pronto, como pasa en la juventud.

Empatía.

"PIensa que mañana ya estarás en casa." No está muy seguro de eso. Es un hombre fuerte, de rancho. Mis manos delicadas son un insulto comparadas a lo que las manos suyas han hecho, crecido y soportado.

Sin embargo, creo que le hace bien hablar conmigo. Somos hombres y estamos emcabronados.

En fin. Después de un tiempo se marcha. Más tranquilo, espero.

Ya no soy un joven, pero si tengo varias cosas que me atan a mi juventud.

Paso un cumpleaños con mi familia inmediata sana. Entre más pasa el tiempo, más precioso se vuelve eso.

También llego a los 31 años con la misma capacidad de llorar con una escena poderosa de una película, de mover la cabeza con canciones pesadas, de sentirme nervioso porque alguien me atrae demasiado.

Si están escuchando la canción, la original es de Velvet Underground y es simple, corta, bonita y me pone de buenas. Tal y como todo debería de ser...

También les dejo esta, que igualmente me pone de buenas. Puntos extra si reconocen quién sampleó esta canción...

04/10/09

Balance



Cristoph & Wolfgang Lauenstein

28/09/09

Eran otros tiempos...



Ok, entonces yo tenía 14 años cuando se grabó esto y andaba vestido así también (el grunge era bueno, lo conmemoro todavía usando playeras de manga larga debajo de las de manga larga). Y ahora hay un chavo de 14 años que nació en 1995(!) y que está escuchando a un grupo que le gusta tocar. Y este muchacho va a recordar eso tal como yo lo hago ahora, pero en el año 2026. Cuando yo tenga 48 años (si bien me va).

Odio a este muchacho y su maldita juventud.

Pero todavía estoy en onda con todo lo que escucha la chaviza, entonces por eso pondré esto:



Bueno, no creo que la chaviza ni los chavos en onda escuchen esto. Deberían de hacerlo.

23/09/09

Love in the middle of the afternoon...

Just me, the spike in my arm and my spoon...

Qué envidia.

19/09/09

Scared to death, no reason why...



Soy yo.

Ahora soy ingeniero en audio (se supone).

Hay un fenómeno de mucha controversia entre los audiófilos.

Es sobre la calidad del sonido. La fidelidad. La búsqueda eterna por la mejor fidelidad.

Verán, lo que escuchan ustedes a su alrededor es producto de la interpretación de su cerebro de los ruidos que escucha. El cerebro escoge lo más importante y hace que centre su atención en eso. Si están leyendo esto desde su habitación escuchando música, su cerebro hace que los ruidos de fondo se desvanezcan un poco. Por esta razón, si planto un micrófono junto a ustedes en este momento, lo que escucharán después será muy diferente, ya que el micrófono capta todas las frecuencias sin discriminación y, ya que no están en la misma situación que cuando se estaba grabando, el cerebro no puede recrear lo que escucharon en el momento. Se concentra en toda la grabación.

No le es muy importante ya, vamos, tiene mejores cosas qué hacer, como el estar pensando en por qué lo escuchas otra vez.

Seguro tienen amigos que sólo escuchan LP's, o sea vinil. Tal vez se burlen de ellos, por esto, ya que su biblioteca será muy limitada comparada a la suya (pirata) de MP3.

Si analizamos objetivamente, ustedes tienen razón. Un mp3 es pequeñísimo (tan pequeño como su computadora o ipod más pequeño, dividido entre la capacidad que tiene) y tiene mejor fidelidad que el vinil.

Sin embargo, el cerebro no permite un análisis objetivo. No para esto.

Para muchos de nosotros, el escuchar los tronidos de la aguja cuando toca el disco es una máquina de tiempo. El cerebro los reconoce y busca recuerdos y emociones que se liguen a esos sonidos. Nos trae recuerdos de nuestra niñez y juventud. Para muchos era una etapa más feliz, y por ende, nos hace felices, a diferentes niveles, claro.

El sonido no es tan "fiel" al original, pero trae una cascada de emociones consigo y, si son placenteros, harán que la experiencia de escuchar la música sea mejor.

Algo similar pasa con los rollos fotográficos. Si se encuentran un rollo de 1978 ahora y toman una foto, saldrá muy parecida a la de arriba. Y no me importa que le estén sacando fotos al dedo gordo de su pie, me hará sentir bien de alguna forma, porque mi cerebro la ligará con la foto de arriba y mandará una señal de placer y, sobre todo, de seguridad.



Les presento a mi padre. Hace ya casi 31 años.

Esa foto fue tomada en Los Àngeles, California. Yo nací en El Paso, Texas, pero después de nacido me llevaron para allá, pues ahí trabajaba él. Pasé casi un año ahí.

Mi padre, después de esta foto, trabajó un rato en L.A., después se mudó a la Ciudad de México. Trabajó para Mexicana de Aviación, y también para Domecq. Ventas, en ambos casos. Después fundó su compañía de representación comercial y fue un éxito, por fin. Creció a sus hijos y ahora está semi retirado en la Ciudad de México.

Para ustedes no significa mucho esta foto, sobre todo si son jóvenes, más bien se quejarán de la calidad. Sin embargo, para mí es una imagen, muy poderosa de protección.

Verán, ese hombre, que es veinte veces más grande que yo en la foto, en ese momento, tal vez sin saberlo, estaba haciendo un compromiso. Me tenía en sus brazos y estaba pensando en cómo algo tan pequeño puede existir. No tenía idea de que en 20 años esa cosa iba a ser más grande que él, pero lo que sí sabía es que lo tenía que cuidar, por alguna razon extraña. Y lo hizo, lo ha hecho por 30 años y aún pone cara de alegría cuando me ve.

Es increible.

Cuando el ve la foto, les podrá dar una mejor reseña de estos 30 años. Les contará de un niño que nunca hablaba. Les contará de un niño algo extraño, pero dulce, que relacionaba todo con otros objetos. Al que le gustaban mucho los chicles y que observaba todo a su alrededor.

Sin opinar. Tenía tantas vidas diferentes en su cabeza, que jamás sintió la necesidad de expresar nada en la vida real.

Les contará después que mientras estaba creciendo, ese niño de sonrisa tan fácil y tan cariñoso se empezó a enojar. Les dirá lo frustrante que era en su adolescencia y en parte de su adultez que no se dejaba tocar ya. Les contará esto con una mirada confusa, pues no sabe por qué se enojó tanto ese niño.

Les contará de todas las veces que los despertó el sonido de un teléfono en la madrugada, requiriendo su presencia en un hospital o en algún lado pues a su hijo le había pasado algo. Les dirá que ha visto a su hijo totalmente roto. Una masa amoratada llena de sangre.

Les dirá cómo observaba a su hijo tratar de lidiar con todo lo que estaba haciendo y lo que le estaba pasando y que Xavier no se ayudaba nada. No hablaba. ¿Ustedes saben por qué no hablaba?

Después hablará de como Xavier desapareció un rato a otra ciudad y que parecía mejorar poco a poco.

Se emocionará contándoles que encontró cosas nuevas que le gustaban hacer y las cosas que ya hacía les dió un giro para que le gustaran más.

Si están en confianza les contará que Xavier también se ha metido algunas drogas y lo han cambiado . No sabe si para bien o para mal.

Tal vez les dirá que es un buen hombre y que si están junto a él en alguna situación de estrés o peligro, que no se preocupen. El los cuidará. Ya no le tiene miedo a nada. Lo último lo dirá nerviosamente.

También les contará de los últimos viajes que han hecho juntos, sobre todo del viaje al Paricutín. A caballo por más de 6 horas. Está loco.

Les dirá que está en una pequeña crisis y que no sabe bien que pasa con su vida. Esto lo dirá con preocupación.

Sin embargo le gustará la charla.

Todo por una fotografía.

Él tenía 34 años cuando se tomó esa fotografía. Tengo 31.

Tal vez hasta pueda hacer una historia similar.

16/09/09

Polysics

No ando inspirado, entonces pongo videos que me ponen de buenas como éste:



"Tei Tei Tei"

12/09/09

NY es estar en el centro del mundo dominado por la porquería. Es recordar cuando era más joven y no había tienda Disney en Times Square, sino muchas tiendas con "peep shows" siendo publicitados en la calle. Eran los jóvenes negros con un portafolio que llegaban contigo y te ofrecían réplicas muy bien hechas de relojes y artículos viejos. Parte de recordar eso es que ni siquiera alcanzaba para las réplicas. Era pararse afuera de CBGB´s y ver salir al ingeniero de audio que llevaba 10 años ahí. Saber que sonorizó a The Ramones y también a Chrissy Hynde y a muchos otros. Era ir al Mars Bar a buscar problemas y después asustarse porque no hay cosa más extrema que un punk de verdad enojado. Era ir a los bares de los muelles en Hell`s Kitchen porque era más barato y no te pedían identificación. Era caminar por Battery Park y ver a todos los ferries y tugboats y no tenerle envidia a nadie en el mundo en ese momento. Era ir a Union Square de noche en verano, comprar una cerveza y esconderla en la mochila y tomarla a 5 pasos de los policías. Siempre listo para correr. Eso era lo mejor. Meterse ilegalmente al tren elevado y ver como era antes y que llegue un policía y te diga que ni corras, no tienes para dónde ir. Es que el policía te diga que te entiende, pero de todos modos te tienes que salir de ahí, con mejor acento y mucha más autoridad. Era llegar a visitar a un amigo a Alphabet City y recorrer edificios y pasillos con gente gritando en niuyorrican. Era empezar a tomar en la escalera de emergencia y reírse de todas esas discusiones y que alguien más se asome y te diga que te calles y que el olor de la mota que te estás fumando está entrando a su ventana. Es llegar a vivir a Brooklyn Heights y ver lo bonito que es, sólo para descubrir que vivirás en el peor edificio de la zona y que no hay forma de evitar los olores que surgirán de la gastada tubería por el caño en la regadera mientras te bañas. Es experimentar lo mismo en el Upper East Side. Es subir un poco más a Harlem y comprarle cocaína al ser más valemadrista que conocerás jamás. Es ver a los muchachos de Columbia también comprando y alegrarte de que paguen 3 veces más de lo que tu pagas. Es ir al Bronx a comprar marihuana y que te la avienten en la cara y que te digan que te largues. Después, hora de quejarse. De los pinches jamaiquinos. De los portorriqueños. De los Black Muslims que siempre te molestan cuando llegas tarde a tu casa. Es caminar por el Bronx con tu pequeño amigo judío y que tú seas su protección porque eres más grande y te ves "spanish". Es no saber qué quiere decir eso. Es vivir en Queens junto a una línea del metro con gente que no habla tu idioma y pasársela genial. Es correr de regreso a tu casa cuando empieza a llover a barrer el agua porque tu departamento se inunda siempre. Es vivir con 11 personas en una casita de Staten Island y relajarse en el ferry para atravesar a Manhattan. Sobre todo en invierno. Salir bien abrigado y ver como el barco rompe nieve. Es ir a New Jersey a conciertos o festivales y ver que en verdad son muy diferentes y que sí manejan del carajo. Es pedir trabajo y que te traten como mierda porque compites con gente de todo el mundo y la mayoría son mejores que tú. Es estar parado en el súper junto a una supermodelo que te pone nervioso y al mismo tiempo tener a un indigente junto comprando una Coca Cola. Es comprarle a otro indigente unos esquíes en pleno verano a 5 dólares. Es estar sentado en el parque y ver a una pequeña señora alemana que se pasa todo el día recogiendo tréboles de 4 hojas. Aprender que no son taaan raros. Es que la policía sea tu enemigo. Siempre. Es que te moleste la existencia de los judíos ortodoxos. Es ir a comer comida polaca no tan lejos de tu casa nada más para ver a las meseras. Más bien a la que te gusta. Es estar grabando una sesión en un estudio y que de repente llegue Lee Ranaldo, porque es amigo del productor. Es estar en una fiesta y que a 2 metros de ti esté Chrissy Hynde. Es escuchar música cuando caminas a todos lados. De preferencia hip hop. Es reconocer que te gusta mucho el basquetbol, pero que jamás tuviste nivel como para jugar en los parques en Manhattan. Es estar en la peor onda de calor de la historia (hasta entonces), llegar hasta la zona norte de Central Park, ver que quitaron la energía por ser marginado ahí y regresarse rápidamente. Es pasar junto a una señora y que te vea con una cara de amabilidad. Es no hablar con ella porque te va a regañar por estar en la calle vagando a las 12 del día en lugar de estar trabajando. Es no pagar tus cuentas porque no puedes. Es comer menos porque no te alcanza. Es tomarle fotos a gente cuando no se dé cuenta. Más te vale que no se den cuenta. Es ir a ver a tu amigo tocar en un antro que ni siquiera tiene nombre. Es ir a Mars Bar otra vez y pedir un bourbon y que no te de miedo tomar de el vaso. Es estar en el metro a solas a las 4 de la mañana viajando en alguna droga y que nadie se te acerque. Es ver llegar el metro en la estación en verano y ver con alegría que un carrito está medio vacío. Es entrar y descubrir que es el que no tiene aire acondicionado. Es dormir en un colchón y no saber qué está pasando en el mundo porque estás en donde pasa todo pero no te das cuenta de nada. Es ver a la misma persona a la misma hora en el metro y no saludarla. Por idiota, porque te imaginas una vida con ella. Es encontrártela después en un concierto y tampoco hablarle, pero ver que te vio y que se acordó de ti por alguna expresión. Es ver a tu amigo tocar y que a mitad de su set la gente se voltee y no le preste atención. Es hacer lo mismo. Es ir a ver a Jason Forrest y que acabe de tocar y pase junto a ti y le digas que es poca madre y que en respuesta te suelte un beso en la mejilla. Es entrar a una tienda y ver la guitarra de tus sueños muy maltratada y a un precio que dolerá pero que no te matará. Es estar escribiendo esto, voltear, ver que ahí está todavía, 12 años después. Es ir a recoger a alguien en metro al aeropuerto después de meterte 12 líneas en un período no muy largo. Es que no se den cuenta. Es andar en bicicleta a todos lados y que te la roben justo en Park Avenue. Es que un turista te pregunte cuál es Avenue of the Americas. Es ponerle fecha para comer sushi en tu lugar favorito con tus amigos y saber que esa vez si te atragantarás. Es ver a artistas en la calle y ver que son como tú. Es ver a modelos en la calle y ver que no tienes idea de por qué son como son. Es ver al tipo con cara de perversión ver jugar a los niños en el parque y no poder irte hasta que la madre vaya con el niño que está matando con la mirada. Es quedártele viendo al guey hasta que se vaya. Es estar en Central Park fumando mota muy tarde con un amigo, pasar junto a un túnel, ver salir a un hombre enorme y salir corriendo sin pensar. Es ir corriendo. Para llegar al metro. No importa a dónde vayas al final, siempre se corre para ir al metro. Es no saber si el tipo que está junto a ti es un genio o un vago nada más. Probablemente es un vago, como tú. Es ir a Roosevelt Island y caminar en un lugar tranquilo y poco feliz. Es estar platicando con un amigo en un bar y que la mesera te haga plática y te lleve a su bar favorito después  y que haya una cabina de fotos y tomarse muchas fotos ahí para no saber nada de ella después. Es ir caminando en el malecón? de Brooklyn y que alguien te diga que tu foto está pegada en su refrigerador, que estás con su roommate. Es darse cuenta de repente que ya no tienes nada que hacer en NY. Por un rato. Te vas. Tu amigo te dice que no importa, que vas a regresar. Está en NY, no te va a extrañar de todos modos.

Hanson

Sí, así es, y no me burlaré de ellos.

Le hacen un cover a "Optimistic" de Radiohead y creo que les sale mejor a ellos que a Radiohead en vivo...



04/09/09

El Estado del Arte

Un joven y poco talentoso artista le robó unos lápices al nada talentoso (excepto en mercadotecnia) y bastante estúpido y sobrevaluado Damien Hirst.

El problema es que los lápices eran parte de una de sus obras, por lo que lo está demandando por una cantidad de 10

Aparentemente, ellos ya se traían ganas y llevaban una especie de juego de rivalidades. Lo malo es que Hirst como que no estaba jugando.

Bueno, lo que sea para que molesten un poco al idiota éste. Si no me creen que es un idiota, chequen cuanto costaría su pieza "Un Pez Muerto No Es Arte" o no sé como se traduzca, lo cual es uno de los insultos más grandes a artistas de verdad.

Desafortunadamente, los artistas de hoy se preocupan mucho por expresarse, sin tener nada que decir, ni dominar las técnicas del medio en el que lo quieren hacer. Es triste, y por eso es tan difícil inspirarse últimamente. Mientras existan mecenas como Charles Saatchi, todo seguirá igual.

Aquí está toda la información por si les interesa. No lo leí bien, por cierto, porque este tipo de notas se me hacen despreciables, porque les dan más importancia a tales personajes. Y luego yo más, porque lo escribo aquí, pero casi nadie lee este blog, por lo que no me siento tan mal.

Afortunadamente, hay muchos artistas buenos todavía. Lo malo es que no son populares, pero todo está bien en cuestión de talento, no así en cobertura.

Como Ewa Bibanska:



y buena música:

03/09/09

KV

Ha sido una semana extraña. Casi pierdo mi soltería, lo cual es trágico ya en sí. Problemas de trabajo y demás cosas (menos trágicas, claro). Como siempre, hay drama y tensión (según yo), pero según Kurt Vonnegut (uno de mis seres humanos ya fallecidos preferidos) la explicación del por qué necesitamos ser telenovelescos es muy sencilla:

Partimos de una tabla x/y normal:



Luego tomamos como ejemplo la historia de Cenicienta:



Subidas y bajadas. Todo es horrible, y luego todo es bello.

Igual pasa con los desastres:



Todo es normal, luego pasa algo increíblemente horrible, pero al final todos aprendemos un poco de a historia y estamos un poco mejor que al principio.

Lo malo es que nuestras vidas son así:



"Artists use frauds to make human beings seem more wonderful than they really are. Dancers show us human beings who move much more gracefully than human beings really move. Films and books and plays show us people talking much more entertainingly than people really talk, make paltry human enterprises seem important. Singers and musicians show us human beings making sounds far more lovely than human beings really make. Architects give us temples in which something marvelous is obviously going on. Actually, practically nothing is going on."

Kurt Vonnegut

Si todo esto les aburre, pueden ver la relación que tiene Johnny Marr con su guitarra:

01/09/09

Tennessee Stud



Johnny Cash

Canción perfecta para un Martes.

30/08/09

El Jardín de las Delicias


Ok, entonces te gusta mucho esta pintura, y eres un tipo virtuoso para la guitarra que usa máscara para tocar (a veces una canasta de Kentucky Fried Chicken de sombrero), que predices un holocausto de gallinas en el futuro y que te haces llamar Buckethead. Entonces haces un video así:

26/08/09

Demonios...

Juré que ya no iba a poner videos así aquí y que el blog iba a tener un tono más serio.

Pero esto es genial:



Pueden bajar esta genialidad aquí.

También chequen "Lo Menea" que era "She's a Maniac"...

23/08/09

Spiritualized®

Sip, otra vez Spiritualized®.

Hace 12 años, el típico amigo melómano que todos tenemos se ofendió conmigo por no haber escuchado nunca a Spiritualized®, ni a Spacemen 3. En fin, me prestó un cassette (que todavía conservo, nunca se lo regresé por una tecnicalidad no mal intencionada), lo escuché y se convirtió en uno de mis discos preferidos para siempre. Sobre todo esta canción, que se acopla muy bien a mi manera pesimista-irónica de ser. Con humor, claro.

Ya la he puesto como 3 veces, pero la del concierto en el Royal Albert Hall, no...



Y son marca registrada. Spiritualized®

Y chequen el buen estilacho de las coristas:



A todas las mujeres les deberían de gustar los aretes grandes. A veces si eran buenos los 80s...



"I think I wanna tell the world... probably ain't listening..."

21/08/09

Necesitamos...

...irnos a Brasil.

Ya.



Su disco es buenísimo. Ya había puesto algo de ella acá. Aquí está el disco si lo quieren. Y el nuevo...

11/08/09

You wait...

Hace poco me reúno con unos amigos en el D.F.

Algunos eran menores. Nadie mayor.

Salen a la conversación grupos ochenteros, como The Cure, The Smiths, de ese estilo.

Mi aportación es Cocteau Twins.

"¿Sabes? Es como de esos grupos que todo mundo ha escuchado de, pero no se sabe ninguna canción..."

"Son los que cantan en canciones de Massive Attack, no?

Cierto. Bueno, una de ellas.

"¿Por qué te gustan?"

Porque me ponen triste.

De buena manera.

Como ver jugar a un niño que le falta un brazo o una pierna. Es triste que no esté al 100%, pero la alegría que tiene en la cara es totalmente real. Qué cursi. Bueno, algo así.

Hay música que es innegablemente triste, pero tan bella a la vez.

Música, mujeres... Aplica a todo, creo.

Por supuesto que no contesto eso a mis amigos. Lo pienso después. A ellos les digo que me late su estilo y ya.

"¿Cuál canción recomiendas?"

Èsta:



Es un bootleg de 1984. Se escucha mejor que cualquier grupo de ahora. Antes, los grupos eran de músicos, no de "artistas". Supongo que ahora tienen más que decir, nada más que no saben tocar muy bien sus instrumentos. Es la filosofía hipster. Hacer las cosas ya. Aunque no se tenga nada que decir. Aunque no sepan bien cómo decirlas ni con qué. Pero usan pantalones más pegados, eso sí.

Esa voz.

La voy a estar esuchando en loop mientras escribo lo demás.

Estas mismas personas me invitaron a una ceremonia huichol. Bueno, un par de los que estaban ahí. Seguido me invitan a cosas así. Tengo tipo de espiritual.

No lo soy, pero me gusta que los demás lo sean.

En fin, en la ceremonia se consumirá peyote y habrá un guía cuidándonos.

Ya lo he hecho. Los psicodélicos no hacen que me conozca más, ni me enseñan cosas de mí que no sabía.

Hacen que me la pase muy bien, y ya.

Puedo estarme viendo las manos por horas. O la cara. Todo se ve diferente. Me da mucha curiosidad todo.

En esta ocasión declino la oferta.

Parece que es un asunto serio para ellos y yo sólo lo hago para divertirme.

Además, hay veces en las que todo parece estar bien para hacer eso. Ahorita no, tengo cosas que hacer.

Estoy componiendo algunas canciones para cierta gente. Obras de teatro. Un corto. Algunas mías. Todas para mí, pues, pero para usarlas también.

Me da pena admitirlo. No sé por qué. No me gusta que la gente sepa que estoy haciendo eso y que es un proceso.

Es de esas cosas que parecerían fáciles para las personas. No, que piensan que son fáciles.

Yo también soy así. Hasta que comienzo.

En fin.

No tengo ni idea hacia dónde va todo esto de las canciones.

Conversación:

"¿Necesitas drogas para inspirarte?"

Carajo, que no, no entienden? Ahorita no.

"Alomejor interiorizarte. Inspírate de tus sueños."

"Nunca sueño. Bueno, nunca me acuerdo. Tengo el sueño profundo. Creo que te acuerdas de tus sueños sólo cuando algo interrumpe tu descanso."

"Hoy vas a soñar. Bien cañón, vas a ver."

"La sugestión no funciona conmigo."

Cuando era pequeño, vivíamos en un pequeño departamento. Èramos 5 y sólo había 2 cuartos, por lo que yo tenía que quedarme en un sofá cama en la sala. Recuerdo bien que había una planta que tomaba formas extrañas de noche. Al principio me daba terror, después me acostumbré y era como un amigo que me divertía con distintas figuras antes de que yo durmiera.

Bueno, suficiente. A dormir.
......

4:10 A.M.

Despierto.

De un sueño.

Y ahí está. Estaba tocando una canción en el sueño.

Tomé unos whiskeys antes de dormir, pero nada serio.

Alguien me dijo el nombre de la canción. Todo se me empieza a olvidar rápidamente. Ya no sé cómo iba la canción.

El nombre sí. Lo apunto.

Selviótica. ¿Celbiótica?

Alomejor escuché mal.

Me despertó la tos de mi vecino. Tiene como 20 años. Fuma demasiado.

Está bien, supongo.

Yo dejé de fumar a los 28 años. No tengo nada que decirle.

Yo tampoco me siento muy bien. No había llovido en San Miguel y creo que hay demasiado polvo en el ambiente.

Quiero ir a un lugar húmedo. Sudar todo el día.

Ya antes me habían invitado a Oaxaca.

"¡Es temporada de hongos!"

Tengo conocidos demasiado involucrados en todos esos rollos. "Espirituales".

Pero bueno, parece que mucha gente que conozco en San Miguel está enferma.

Además yo estuve muy enfermo también en México.

No de influenza.

Fui a Six Flags con los niños a los que les dí el curso. Y llovió y hacía frío. Me enfrié, como diría mi abuelita.

En verano.

Es de las cosas que me molestan del D.F. y también es una de las cosas por las que pienso que es tan dañino vivir ahí.

Las estaciones. Nunca cambian. Si, llueve en las tardes en la temporada de lluvias, pero no hay invierno, primavera, verano y otoño. Como que todo es igual.

Si le preguntas a alguien sobre algo que pasó, tienen pocas referencias. Si vives en un lugar con nieve, y después hace calor en el verano y todo lo intermedio, tienes más formas de recordar cosas. No sólo eso.

Te das cuenta de que pasa el tiempo.

¿Comprenden?

En su oficina, con el aire acondicionado y saliendo a un tráfico que es igual siempre, al igual que la temperatura exterior y al aire acondicionado del coche.

Y de repente tienen 45 años y no saben cómo se les fue tanto tiempo tan rápido.

Cuando hay cambios de estación tienes que planificar. Tienes que hacer ciertas cosas en tal estación, porque no se va a poder después. Hasta el próximo año. Eso hace más memorable el pasar del tiempo.

Aprovechando, lo que mencioné de los niños y esto del tiempo, me pasó algo muy raro. Hace poco vi en algún lado que sólo a los adultos le preocupa el tema de la muerte. Los niños y los ancianos están más cerca de los extremos y tienen una mejor comprensión de lo que es el no existir ya.

Bueno, una alumna de 7 años me dijo que había muerto su prima. De 8.

Otra maestra me comentó que parecía como que lo había dicho sin emoción. No, yo creo que lo dijo naturalmente, como debe ser.

Ya no sé.

He visto entrevistas de niños en zonas de guerra y me parece que ellos tienen una mejor idea de lo que está pasando que la gente.

Hay adultos que entienden todo esto muy bien también, pero son pocos. ¿Es simple, no?

"Estás matando gente. De hambre. Con pistolas. Deja de hacerlo."

Uno de mis sueños es ser fotógrafo de conflicto. O sea, estar en zonas de guerra. Leo, veo todo lo que pueda acerca de eso.

El caso de James Nachtwey se me hace especial. Es alguien que ha visto muertos por hambrunas, disparos. Ha visto macheteados en Rwanda. Ha sufrido enfermedades horribles, le han disparado, etc.

Este hombre todavía cree que la humanidad tiene salvación y que somos buenos, por lo general. Se involucra con los pobres. Increíble.

Tal vez lo que pasa es que cuando estás buscando lo peor de la humanidad, ves también el sufrimiento y ves a la gente que trata de aliviar ese sentimiento. Te encuentras con lo mejor de la gente. Las que te ayudan cuando parece que todo está mal. Los que te pueden hacer sonreír cuando te estás muriendo.

Eso nada más me motiva más.

También dicen por ahí que estoy muy aburrido.

Conozco gente más aburrida que yo. Y que no hacen nada para cambiar su situación. ¿Por qué?

Hace poco fue el cumpleaños de mi abuela.

Mi hermana y yo le dimos sus regalos al mismo tiempo.

"¡Mijos! No se hubieran molestado. ¡Ya para qué me dan regalos, si ya casi me voy!"

Cumplió 83 años. Su esposo (mi abuelo) murió hace 32 años. Todos sus hermanos ya murieron.

Ya he contado su historia acá, me parece. Ella y mi abuelo trabajaron varios años en circos y en centros nocturnos.

Hace poco estaba con una amiga. Dió a luz un niño. Estaba la mamá de mi amiga ahí.

El circo salió a la conversación.

"¡Los abuelos de Xavier trabajaban en el circo!"

La mamá: "Es un ambiente triste, no?"

Yo: "Supongo que sí. comparado a qué? Yo no crecí en el circo, pero mi madre nació en una carpa y...,"

La mamá: "No es cierto. Jaja. Te lo dice para hacerse la interesante. Es un cuento viejo, ése de que nací en el circo y bla, bla"

Hmmm. No me gusta discutir, pero me da pena cuando la gente lleva vidas tan aburridas que se vuelven incrédulas de todo lo que escuchan.

Mejor cambié la conversación a que el niño tiene los pies enormes. Es cierto. Como payaso, iba a decir, pero para qué seguirle.

Cuando estaba enfermo de gripa, o lo que sea que tuve, le hablé a un amigo.

Es buen amigo, creo. Me pidió que leyera algo en su boda. De la biblia.

"Hmmm, wey... ¿Si sabes que no soy católico, verdad? O sea, no estoy ni bautizado."

"A huevo. Es algo bien sencillo. No va a haber bronca."

Bueno.

Lo que leí fue lo que llaman una responsiva. O algo así, no sé, ya fue hace rato. Yo leo algo y los presentes me responden. Yo no sabía eso, entonces leí todo de corrido y no les di chance de que me respondieran.

Nadie me interrumpió. Estaba muy concentrado y cuando estoy concentrado tengo cara de enojado, creo que por eso nadie me dijo que qué onda. Cuando levanto la voz la tengo bastante potente. Ni escuché a los que me trataron de interrumpir.

Lo recordarán como algo gracioso, espero.

Hace algunos años tuve una piedra en el riñón y este amigo trabaja para una farmaceútica en el área de artículos para la disfunción renal y diálisis y cosas así. Lo primero que me pregunta es que si ya no he tenido piedras.

"No, ya tomo más agua. Esa vez fue porque era verano en NY como de 38 grados con 90% de humedad y yo andaba en bicicleta como 4 horas diarias. Me deshidraté demasiado." Le repito.

"Pues cuídate k. He visto cosas horribles. ¿Tienes seguro?"

"No."

"No manches. No sabes lo caro que sale todo esto. Te conviene sacar uno, hay algunos que no son tan caros, bla, bla"

"Pues si, pero depende. Ya para cosas como fallas renales no estoy seguro que lo usaría, pero por si me rompo algo, si estaría bien."

"¿Cómo que para fallas renales no? Si te da algo así te mueres en meses..."

"Pues si, ni modo. Si pago todo ese tratamiento y pongo a mi familia en bancarrota, sólo viviré qué ¿un par de años más?"

Diferencias fundamentales.

Pero si necesito un seguro. Me cuido, pero los demás no me cuidan a mí.

Es extraño también pensar en eso, porque soy muy despreocupado ya de las otras personas. El otro día fui a una droguería (aquí todavía hay) y estaba un tipo borracho platicando con el dueño.

Compré una tarjeta de teléfono, pero el tipo borracho se me quedó viendo, con ojos de malo, como para echarme bronca. Yo lo volteaba a ver de repente, pero no sabía qué pensar. No soy un tipo enorme, pero si mido 1.80 y tantos y peso como 80 kilos. Este señor como de 50 años debe medir casi 1.60 y pesar unos 50 y tantos kilos.

¿Tendrá seguro?

"¡Buenas noches!" Le digo. Refunfuña algo de regreso. Seguro es más agradable cuando está sobrio.

Es normal, creo. He visto a muchas personas que son geniales sobrias , pero borrachas son nefastas.

Por ejemplo, mi ex roommate. Con marihuana o sobrio es genial. Con alcohol es un peligro.

Me escribe.

"Qué bueno que estés dando clases a niños. Te veo perfecto así. Tienes demasiada paciencia."

Creo que los dos. Tenemos una visión parecida de la vida, lo que es diferente es la forma de vivirla.

Una vez tuvimos el típico problema. Los dos nos metimos con la misma mujer. Tratamos de hacer de esto un drama, pero no nos salió. Nos caemos bien. Todos nos la pasamos bien. La mujer en cuestión fue la que se sintió más sacada de onda por nuestra (buena) reacción, ella fue la que desapareció, más bien. Muchas amistades han acabado por cosas así. Creo que la intención cuenta mucho en estos casos.

Extraño esas sesiones típicas en la casa. Eran casi diario. Yo tocando la guitarra, Él escribiendo. Julia (la otra roommate) haciendo el amor ruidosamente con su novio en el cuarto de junto. Una familia feliz. Rara, eso sí.

Olor a marihuana, luces extrañas, mesas flojas, un sillón con demasiadas historias, ratas corriendo en el pequeño jardín de afuera, inundaciones, visitas inesperadas, distintos idiomas, viajes a tugurios horribles. Les introduje también a Cocteau Twins, eran tiempos tristes a veces para mí y es lo que pongo.

Paciencia.

Como cuando te sientas y ves los cambios de colores del atardecer. Bajas el libro que estás leyendo (Celebraciones de Michel Tournier) y ves que llegó la hora.

Levantas la cámara y sacas una foto...