07/02/09

Recordatorio

Si llevas más de 4 meses sin comer carne, no comenzar de nuevo con 300 gramos de arrachera.

Me supo rica, eso sí. Es extraño como comer carne te cambia el carácter. Te pone más agresivo, creo. Es más psicológico que nada, pero se me pegan en la cabeza imágenes de leones desgarrando y comiendo carne de zebra.

Zebra.



Hablando de las crisis económicas, es reconfortante que acá la gente no esté tan preocupada. Aparentemente estamos a punto de regresar a la Edad Media en cuestión económica (según la prensa en países civilizados), pero aquí la gente tiene otras preocupaciones más importantes. Son preocupaciones relacionadas con la crisis también, pero estamos más acostumbrados. Alguna vez leí un libro aburridísimo que decía que países como la India, Brasil y México surgirían como superpotencias después de la siguiente crisis mundial, pues estamos mejor acostumbrados a eso. Tenemos callo. Como la cara de los boxeadores.

Cuando se habla de crisis, tengo sentimientos encontrados. Una parte de mí quiere que todo este sistema se caiga, pero también me preocupa la gente cercana a mí. Me gustaría que todo se viniera abajo, pero antes metería a mi familia a un búnker con todo lo que necesitan para sobrevivir. Si así fuera, yo estaría afuera, disfrutando un poco al ver como todo cae.

Hasta que alguien me mate de un hachazo o algo.

No es cierto. Me han tachado varias veces de anarquista, y hay algo de verdad ahí, pero me encantaría que el mundo funcionara bajo un sistema capitalista.

Estoy seguro que la mayoría de los avances tecnológicos (la computadora en la que escribo es el mejor ejemplo) no se pudieron haber logrado sin la motivación difundida en el capitalismo. El problema de siempre es la gente que se pasa de lista.

A la gente le dan pánico las crisis hoy en día porque creímos por un pequeño espacio de tiempo que todo lo anterior que había sufrido la humanidad sería redimido por un sistema de mercado libre, democrático y con libertades impensables en nuestro pasado como raza.

Sería trillado comentar acerca de la naturaleza destructiva del humano, pero es necesario.

Somos destructivos.

Nos encanta.

Explosiones, balazos, todo eso. Así somos.

La idea de la civilización fue difundida por pensadores flojos y gordos que tenían demasiado tiempo para pensar en estas cosas mientras que la gente que realmente cambiaba al mundo recibía balazos en todo el cuerpo alrededor del mundo.

Como ahora.

Los pensadores se quejan del estado del mundo, haciendo un llamado a la civilización, a la buena onda.

No se dan cuenta de que así no se formó el mundo que conocemos hoy en día. Muchos tuvimos oportunidad de crecer en un lugar protegido de las guerras y la hambruna y demás injusticias naturales o creadas, pero la mayoría de la gente no. Los pensadores en lugares civilizados observan éstas cosas y tratan de hacer planes para ayudar (no dudo en su buena fe) pero con formas y soluciones que son insultantes para gente que vive esas situaciones.

Recientemente tuve una conversación con mi padre un poco relacionada con ésto. Él peleó en Vietnam, mató gente, vio morir gente que conocía y no dudo que hay muchísimas cosas que vio e hizo que jamás me contará. Le dije, de forma casual, que a veces sentía que todo ésto (estabámos hablando mientras compartíamos un café en un centro comercial, para que se imaginen el contexto) se siente mal. Le dije que si vivía así de protegido toda mi vida, tal vez iba a morir de edad avanzada, pero con un aburrimiento imposible de imaginar. Casualmente me recordó lo afortunado que yo era, y que si estuviese en una situación así, lo más seguro es que me matarían y no vale la pena tampoco ver tanta porquería y lo monstruosos que somos como seres humanos, si ya lo sé. Además que a veces el espíritu no se recupera de esas cosas.

Tiene razón.

Él piensa que eso es lo que quiero hacer. Por eso no me responsabilizo ni tengo relaciones serias ni nada. Porque quiero ir a algún lugar conflictivo y creo que me van a matar y no quiero dejar a nadie atrás.

Es preocupante y divertido a la vez que piensen eso de ti, pero no es verdad. Soy un total egoísta, por eso no duran mis relaciones y mis problemas de responsabilidad laboral están más relacionados con la poca motivación que me causa el dinero que una conciencia moral elevada.

Entonces qué vale la pena? Por qué esa sensación de tener un vacío y ninguna forma de llenarlo?

¿Debería ser religioso y encontrarme con Dios?

No, ya sé. Casarme y tener hijos, éso te enseña lo que es importante.

Alomejor lo que es importante es que no hay nada importante, entonces nada más hay que llevársela tranquila.

Vi un documental hace poco llamado "Life After People". Según el documental, el mundo se recuperará muy rápido de todo el daño que le hemos hecho. Me hizo sentir bien.

¿Es normal que te haga sonreír un poco el que la humanidad acabe?

No, es que soy un sociópata. O en potencia. La verdad es que no les quiero hacer daño, no me importan lo suficiente.

Me hace sentir bien lo poco importante que soy. Creo que me hace más libre.

La teoría del "efecto mariposa" se me hace tan tonta. Es irresponsable promoverla.

Los que sí me conocen que han leído este blog se maravillan de como los que lo leen y comentan creen que soy buena onda. Que si me conocieran pensarían diferente.

Verán, soy un gran actor, y un hipócrita sin verguenza alguna. Según ellos.

Todo está bien, mientras no hagan algo que esté en contra de mis principios, porque me olvidaré de ustedes. Según ellos.

La mayoría de mis relaciones con mujeres sólo han durado hasta el primer enojo. Después se acaban. Según yo, una vez me la jugué, pero no. Vivía en un pueblo playero y estaba tan aburrido que aguanté muchas cosas. Según ellos.

¿Quiénes son ellos? Amigos, familia y demás conocidos.

Lo peor de mí es que no quiero mejorar. Que aparentemente conseguí un estado tipo zen en el que no me importa nada.

Obviamente no es verdad, pero me preocupa que piensen éso de mí.

Me preocupa más que no lo pueda corregir. No sé cómo. No conozco a la gente tan bien como para cambiar su forma de pensar. Por eso ya ni lo intento. Eso lo toman como que no me importa y de ahí todo lo que acabo de escribir.

Trato de usarlo a mi favor, pero no funciona. Siento que cada vez me alejo más y más de la sociedad.

Todo ésto proviene de que tengo demasiado tiempo libre.

En cuanto me ocupe se me olvidará todo ésto.

La razón es: porque no es importante. El pensar en cosas hasta afinarlas tanto es éstupido, así no se hace nada. No se llegan a grandes momentos de tu propia conciencia. Sólo se pierde tiempo.

Zebra.



Este post fue escrito bajo la influencia de la carne roja.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo mejor es el final. la carne roja pone pero no repone.

Anónimo dijo...

Mapache!!!

Me gusta mucho como escribes. Yo te imagino cinico, pero tambien buena onda... y con ganas de comer zebra.

Xavier dijo...

La carne roja pone pero no repone...

Masticaré eso un rato, jejeje...

Cínico y buena onda no es tan malo, me parece bien.

Zebra.

Gabriela/undies dijo...

PD: Zebra.

la valedora dijo...

jaja us and them!!! saludos al chilango mala onda que esta de regreso